(JUEVES 20 DE OCTUBRE, 2022-EL JORNAL). Cuando hablamos de infidelidad por lo general lo primero que nos llega a la mente es a un hombre engañando a su pareja, pero la realidad es que las mujeres son más infieles que los hombres.

Esta conclusión puede sonar sorprendente, pero la realidad es que las mujeres suelen llevar la iniciativa al momento de buscar experiencias fuera de la pareja, tanto casuales como contratando a prepagos online, muchas veces de ambos sexos.

Sutil y evidente ante los ojos: la infidelidad femenina

Si nos fijamos en el grueso de los usuarios latinoamericanos que se publican en la reconocida web para contactos extra matrimoniales llamada Ashley Madison veremos que una gran mayoría de mujeres latinoamericanas.

Ellas buscan una aventura, conocer a alguien fuera del noviazgo o matrimonio o sencillamente quiere entrar dentro de una dinámica swinger.

Este tipo de plataformas poseen la virtud del anonimato, las mujeres que publican sus perfiles no necesitan agregar un nombre verdadero y lo que realmente causa impacto son las fotos gráficas e insinuantes que causan un atractivo inmediato en quien las encuentre.

Algo resaltante es una nueva tendencia de la “infidelidad tecnológica”, en donde las usuarias acceden a plataformas de contenido sexual o de citas sencillamente para tener encuentros de cibersexo, sexting o videollamadas haciendo a un lado cualquier intercambio sexual íntimo y en persona.

Todo esto convierte a la computadora o el dispositivo móvil en el medio perfecto para estas infidelidades “light”.

De acuerdo con los datos aportados por Ashley Madison, el índice de infidelidad tecnológica va en aumento producto de los estragos causados por la pandemia de Covid-19 que obligó a mantener un aislamiento social obligatorio, lo que aumentó los encuentros de cibersexo, muchos de ellos por iniciativa directa del público femenino.

La infidelidad femenina domina en Latinoamérica

De acuerdo a un informe desarrollado por la app Gleeden, México, Colombia, Brasil y Argentina son los países en donde las mujeres son más infieles que los hombres.

Según los sondeos de opinión y encuesta llevados a cabo por esta aplicación, más del 65% de los usuarios reconocieron haber cometido una infidelidad, de los cuales más del 55% del segmento encuestado eran mujeres.

Cuando se les pidió describir la infidelidad cometida, el grueso de las mujeres afirmó haber tenido encuentros fortuitos con desconocidos en persona, por videollamadas, sexting y contratando los servicios de trabajadoras sexuales femeninas, y los resultados presentados por Gleeden no fueron algo aislado.

Otro sondeo llevado a cabo por la plataforma extramarital Second Love reveló que las mujeres latinoamericanas engloban casi el 60% de los usuarios registrados en esa red social y de acuerdo a sus propios estudios de opinión, más del 60% de ese público femenino afirmó haber experimentado al menos un encuentro sexual personal o virtual fuera de su pareja.

Al igual que Gleeden, Second Love confirmó que los países latinoamericanos donde las mujeres son más infieles que los hombres arrojó a México, Argentina y Brasil como los países que puntean las estadísticas, con un porcentaje de hasta el 70% en algunos de los casos.

La infidelidad sistemática

Para la psicoterapeuta Esther Perel, autora de un best seller sobre el tema de las relaciones afectivas, la infidelidad sigue considerada un tabú social dentro de la sociedad latinoamericana, pero irónicamente, es algo comúnmente practicado, en especial por el público femenino.

De acuerdo a esta doctora, la sociedad latinoamericana fue durante muchísimo tiempo dominada de una manera inflexible por los hombres.

Ellos proveían los hogares, tomaban las decisiones, atendían los negocios y manejaban los fondos del hogar, pero luego de la revolución sexual de los años 60s del siglo XX y la entrada del siglo XXI, esta dinámica cambió de manera radical.

En la actualidad, más del 70% de las mujeres trabajan y en algunos casos, como es en el caso mexicano, casi el 40% de las mujeres están mejor pagadas que los hombres, lo que contribuye a que el círculo de infidelidad varíe de forma extrema porque ahora ellas toman la iniciativa.

Con la entrada de las nuevas tecnologías y de los dispositivos electrónicos con el Internet de Las Cosas, el concepto de infidelidad ha cambiado ya que no es necesario un encuentro sexual físico para considerarse infiel.

De acuerdo con los resultados obtenidos por estos portales, más de la mitad de los encuestados afirmaron que cualquier encuentro casual virtual lo ven como infidelidad.

Una óptica que ha cambiado con el tiempo

En la gran mayoría de las encuestas realizadas por grupos de opinión, universidades o sociólogos, el patrón de infidelidad ha cambiado.

En el pasado, era común pensar que el hombre engañaba a su pareja simplemente por el placer sexual mientras que la mujer era infiel por motivos netamente emocionales, por amor o por compromiso, pero la realidad está demostrando que todo esto es cosa del pasado.

Una de las grandes sorpresas con las que se toparon las plataformas de encuentros sexuales furtivos fue que la inmensa mayoría de las mujeres que eran infieles lo hacía, paradójicamente, para no perder su relación de pareja.

Según las explicaciones ofrecidas, las mujeres afirmaban que en muchas ocasiones la necesidad física de placer sexual era el principal detonante de la infidelidad y se veían en un dilema: buscar una nueva pareja o ser infieles.

Para las encuestadas, la relación no era exclusivamente sexo y por eso decidieron buscar un amante fortuito o cotidiano para no perder a sus parejas.

La otra razón del cambio en el patrón de infidelidad es, como ya expusimos previamente, el factor económico.

La nueva independencia financiera que está disfrutando la mujer latinoamericana la ha llevado a sentirse más audaz, más abierta y más insatisfecha con sus necesidades, tanto en el sentido afectivo como en el pasional.

Esta nueva realidad, producto de una mayor escolaridad universitaria, ha roto muchos tabúes sociales y culturales, lo que ha fomentado que muchas mujeres busquen experimentar antes o después del matrimonio, en especial contratando los servicios de trabajadores sexuales, a quienes consideran de mucha importancia al momento de aventurarse.

El papel de la infidelidad femenina entre ellas

Así como el tabú de la infidelidad se está derrumbando entre las mujeres latinoamericanas, el tabú de experimentar con el mismo sexo también está desapareciendo.

En una inmensa mayoría de los casos, muchas de ellas decidieron experimentar con otras mujeres y la elección de prepagos online no fue casual.

Muchas de las mujeres que fueron encuestadas afirmaron sentirse más cómodas interactuando con féminas porque encontraban una afinidad que en ocasiones no existían con otros hombres.

No solo era el encuentro sexual en sí, sino la posibilidad de encontrar a otra pareja que pudiera entender sus necesidades.

El papel de las escorts fue muy significativo en estas encuestas porque de acuerdo a las entrevistas, la mayoría de las mujeres no deseaban terminar su relación de pareja, pero al mismo tiempo tampoco se atrevían a confiarle la infidelidad o invitarlos a participar.

Otro sorprendente dato revelador fue que en muchas ocasiones los hombres decidieron perdonar la infidelidad a sus parejas debido al mismo dilema por la que ellas decidieron ser infieles: no perder su relación de pareja.

Al final, el verdadero secreto para que este dilema de la infidelidad pueda ser superado y debatido, se encuentra en una comunicación abierta y franca en donde los problemas de pareja puedan plantearse sin miedo y en total franqueza.

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