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Las minusvalías del fútbol

PALESTRA

 

Rafael Ugalde Quirós*
Rafael Ugalde Quirós*

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 09 DE DICIEMBRE, 2014-EL JORNAL). Las principales páginas de diarios y espacios s deportivos fueron impregnados un día de estos de “temblorina”. No es para menos. El “ogro” de los entrenadores, el “dictador” del fútbol, Jorge Luis Pinto, llegó al seleccionado nacional de Honduras y despidió al “Pelicano” Hernán Medford.

Lo de “Pelicano” apareció como título ”creativo” – al menos esa fue la intención de los periodistas- en casi todas las páginas deportivas el día siguiente de conocerse la presencia nuevamente del colombiano en Centroamérica, aunque la segunda intención subliminal siempre fue “ legitimar” los fuertes epítetos del tico contra el sudamericano.

Las palabras del “Pelicano” cayeron como anillo al dedo en los dirigentes de la Federación Costarricense de Fútbol que aún a mediados de diciembre buscan un director técnico que hable bonito, sea simpático y, sobre todo, diga a la prensa local lo que quieren oír los reporteros.

El susto entre estos periodistas no es para menos. José Luis Pinto, clasificó a Costa Rica en el mejor lugar de toda su historia en un mundial de fútbol, pero lo querían lejos de acá y ojalá desempleado por el resto de su vida. Algo así como una maldición gitana.

¡Cómo se ve que estos ingratos hermanos hondureños nunca leyeron lo que escribieron en Diario Extra, La Nación, Teletica deportes y Deportes Repretel sobre lo peligroso que es este “dictador” del fútbol¡.

Algunos reporteros- hagamos un repaso mental- miraban al colombiano al frente de Perú; otros dijeron que por órdenes expresasdel presidente Nicolás Maduro dirigiría a Venezuela y uno precisó que ya estaba contratado en Ecuador. Tranquilo, señor lector, todos son periodistas titulados por algunas de las 60 universidades costarricenses.

El socollón vino cuando el suramericano apareció en el segundo país más pobre de la región después de Haití, azotado además por lo pandilleros que encuentran su caldo de cultivo por el 80 por ciento de los ingresos de hambre que recibe la mayor parte de la población.

Es una nación, de cualquier lado que sea vea, donde la población es sobreviviente económicamente hablando. Siete de cada diez personas es pobre y cuatro de ellas vive en miseria extrema. Actualmente la mitad de su población activa está desempleada; en fin, que un alto índice de hondureños vive de la economía sumergida.

Pero el hondureño, como pasa en casi todo el globo, tiene fútbol en sus arterias y, esta vez, en voz de su dirigente federativo, el expresidente de la República, Rafael Calleja, esperan no quedar en los últimos lugares en el mundial de Rusia 2018.

Sin embargo, el nombramiento de Pinto jamás pasaría inadvertido por acá en los pasillos de los diarios, televisión y restaurantes de mala muerte, pues Honduras junto a México son para los ticos, quizá, los rivales más enconados de la CONCACAF

El jugador hondureño tiene un biotipo caribeño similar al futbolista suramericano, cuya velocidad y potencia física hoy es vital para este deporte de constante roce. La indisciplina extra cancha quizá Pinto podrá vencerla con una oferta ligada a los principales mercados europeos, una vez concluido el mundial 2018.

A diferencia del jugador costarricense el hondureño está hecho para obedecer órdenes desde muy temprana edad, cuando ven en los capitanes, sargentos y generales la opción de un oficio con mandatos nada gentiles y alejados de toda norma de urbanidad.

No obstante, este no es tanto el quid del asunto. La novedad radica en que estos dirigentes y periodistas deportivos nacionales, en vez de ver el nombramiento de Pinto como una oportunidad para replantear la ineficiencia en ligas menores, entrenadores y dirigentes de clubes, interpretan el nombramiento del suramericano como una traición para Medford.

Con ello ocultan que México con el nombramiento de Miguel Herrera” y el alemán Jürgen Klinsmann por Estados Unidos mandaron claros mensajes, en cuanto se sienten ya partícipes en Rusia 2018. Y reiteran que toda minusvalía está en la mente. Es decir, empezamos a ser mediocres cuando nos victimizamos.

Periodista, abogado y notario UCR

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