JUEVES 29 DE OCTUBRE, 2020-EL JORNAL). A pesar de los avances científicos en neurociencia y psicología, todavía se desconocen los verdaderos alcances de la mente humana, que ha sido capaz de conquistar el espacio y de soñar con mundos desconocidos.
La capacidad del ser humano para alcanzar grandes metas, en ese sentido, puede ser infinita. De forma tal que cuando un equipo pequeño, como Jicaral, se propone jugar a la altura de las circunstancias y desafiar a su oponente que es superior en todo aspecto, es una buena noticia para el fútbol costarricense.
Lo hizo Jicaral ante Alajuelense, al que le arrancó un punto en casa, jugando dos tercios del encuentro con un futbolista menos, es una muestra de que los equipos deben pensar en grande.
Juan Carlos Álvarez, autor del libro El entrenamiento mental, sabe mucho de lo que ayer hizo Jicaral en el Morera Soto, por eso asegura: “Recomiendo en primer lugar creer en ti y luego en tus condiciones y en tus genes. Lo que puede hacer tu mente por ti aún no lo sabe ni la ciencia”.
He aquí una clave en lo que afirma Álvarez: todavía desconocemos en un altísimo porcentaje hasta qué regiones insondables puede llegar la mente humana. Eso ya es una pista para intuir que soñar sin límites debe ser un desafío constante. Toni Nadal, tío y exentrenador de Rafael Nadal, contaba en una conferencia cómo muchas veces le decía a su sobrino que él no era ni por asomo como Roger Federer, pero que tenía que entrenar cada día para superarlo.
No son, por lo tanto, solo las condiciones innatas las que juegan, sino la mentalidad con que se asume el reto. Los japoneses tienen un viejo lema que no pasa de moda: “La perseverancia es más importante que el talento”.
Si se sabe que el adversario es mejor, hay que buscar las formas de encontrar sus puntos débiles. El Jicaral de José Giacone lo demostró frente a la Liga, dado que con orden, y entrega, mucha entrega, logró equilibrar las acciones durante amplios tramos del partido.
Giovanny Clunnie, por ejemplo, debería revisar el video del encuentro y concluir que si jugara así el 80 por ciento de las veces, tendría cupo en cualquier equipo grande del país. Debe recordar, no obstante, el adagio que reza que una golondrina no hace verano.
El futbolista debe de pensar en grande. Que sus metas lo desafíen y lo guien siempre.
“En este sentido, una persona puede pensar que no tiene unas cualidades tan buenas como Messi, pero sí puede trabajar las que tiene y aprender para llegar a su máximo rendimiento. Está claro que no va a ser como él porque no tiene condiciones, pero sí va a explotar las suyas al máximo”, sostiene Álvarez.
Y si se sigue ese camino, apunta, “al final tendrá un alto rendimiento”. Jicaral regresó a casa con una estrella más importante que el punto conseguido: retornó con el convencimiento de que la mentalidad de equipo pequeño puede dejarla atrás si se lo propone.
*Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.