(VIERNES 30 DE ABRIL, 2021-EL JORNAL). Más allá de si nuestro campeonato presenta un bajo nivel, discusión válida que hay que realizar al final del torneo, lo cierto es que el Clausura tendrá un cierre al mejor estilo de las novelas de Agatha Christie o Frederick Forsyth.
El certamen, a falta de dos fechas, se juega con dos espejos: uno mediante el cual se refleja la parte baja de la tabla y otro que expone el panorama de los dos equipos que aspiran a entrar en semifinales.
En medio de todo hay una enorme incertidumbre. ¿Qué equipo tendrá que ir a la liguilla por el no descenso? Los candidatos para disputar esa liguilla contra el Sporting sobran, dada las estrecheces de la tabla de clasificación.
De esta manera, desde el punto de vista matemático equipos como Guadalupe, Limón, Grecia, San Carlos, Cartaginés, Pérez Zeledón, Jicaral, Cartaginés y Heredia todavía pueden caer en el pozo del descenso.
De igual manera, los generaleños, saprissistas, florenses, brumosos, norteños, jicaraleños y limonenses todavía tienen opciones de clasificar, unos con posibilidades más remotas que otros.
Todo ese baile le da al campeonato una cualidad innegable: el suspenso. El no saber con qué nos vamos a encontrar en la próxima página de esa novela llamada Clausura.
La calidad y el rendimiento de los equipos será un elemento a evaluar de forma profunda una vez que acabe el torneo, pero por ahora, más allá del fútbol que se practica, el no saber el destino de si los abrazará la gloria o el destierro, es un ingrediente estimulante.
El certamen tiene adrenalina y contradicciones, porque si Sporting clasifica a la segunda ronda no podrá jugar esta fase por reglamento, lo cual nos recuerda que estamos en Tiquicia, ese extraño país que se hermana con la América Latina, donde el realismo mágico es pan de cada día.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.