(MIÉRCOLES 12 DE JULIO 2023-EL JORNAL). Es inverosímil que miembros del Comité Ejecutivo de la Federación Costarricense de Fútbol acepten que no conocen la letra menuda del contrato con el seleccionador Luis Fernando Suárez.
Ese descuido evidencia la manera en que ahí se manejan los asuntos de alto rango y revela a la vez por qué el rumbo de la Fedefútbol en materia deportiva no ha cosechado un verdadero logro del que se sientan orgullosos.
Ahora resulta que al entrenador le tendrían que pagar una cláusula de rescisión, a los asistentes y al parecer al representa de la agencia que hizo de intermediaria y que muchos de estos detalles no los conocían en el Comité Ejecutivo.
Lejos de un manejo profesional, la estructura que responde al fútbol de Costa Rica se quedó anclada en los años noventas y mientras otros países hicieron sus deberes, el nuestro se estancó a tal punto que eso ya se refleja en la forma en que se ha dirigido el fútbol en los últimos 30 años.
Vendrá un nuevo Comité Ejecutivo, el cual se regirá por las mismas estructuras y los mismos vicios que surgen del desarrollo de toda función, nada augura que se avecinen tiempos mejores.
Mientras tanto, el tren del desarrollo del fútbol pasa de lejos y prueba es que los presidentes de los clubes pretenden subir a cinco jugadores el cupo de extranjeros.
Infiero que esta medida es para promocionar a los talentos de ligas menores, claro está.
Sin rumbo: este es el camino de nuestro fútbol, donde leer la letra menuda no está en los planes de ningún dirigente.
