(LUNES 19 DE DICIEMBRE 2022-EL JORNAL). El fútbol mantiene y aumenta cada día su grandeza a pesar de la FIFA.
Se llevaron el Mundial a un país sin tradición futbolística, sin estadios, y pese a ello desde, el punto de vista competitivo, Qatar 2022 cumplió con creces sus expectativas.
Una final adormecida hasta el minuto 80 terminó siendo la final de finales, y se convirtió en un espectáculo en el que parecía que ya el corazón no aguantaría un nuevo giro de guion en los últimos minutos.
Ese es el fútbol, cuya grandeza le viene desde sus inicios, cuando por una extraña sabiduría comenzó a descender escalas sociales hasta que se lo apropió la clase trabajadora, y lo convirtió en su pasión infinita.
Luego vino João Havelange y lo transformó en una multinacional, que solo atiende aspectos relacionados con el dinero, y fue así como hicieron Argentina 78, para que la junta militar lavara su imagen por las múltiples atrocidades cometidas, y ahora lo llevaron a Catar, que pagó sobornos para conseguir el favor de no pocos votantes.
Y pese a todo, el fútbol, ese que atiende a una pared, a un dribling, a un amague, a ese de ‘toco y me voy’, como gustan destacarlo Cappa y Menotti, ese fútbol que todavía tiene aroma de potrero, subsiste y persiste pese a los enrededos federativos, como sucede en Costa Rica, donde un partido fantasma se subsana con una indeminización y todo queda archivado.
La final de ayer fue una copia exacta de la vida. Esa es la vida: gloria, luces, victoria. Y, de pronto, oscuridad, derrota, incertidumbre, mal clima. Argentina pasó del cómodo 2 a 0 al 2 a 2 impensable, y luego al 3-2 definitivo, pero antes llegó el 3 a 3 que condujeron a los penaltis, en los cuales los nervios se tensan y el marco se empequeñece.
Ningún juego se parece tanto a la vida como el fútbol. Y sucede porque el fútbol no imita a la vida: es la vida misma escenificada por 22 hombres vestidos de pantalocillo que corren tras una pelota en pos de un sueño. El eterno sueño de ganar.
¡Grandeza! Grandeza en la victoria y grandeza en la derrota: ese es el fútbol en blanco y negro o a todo color.