(MARTES 14 DE MARZO 2023-EL JORNAL). El fútbol es la metáfora perfecta de la gallina de los huevos de oro. De eso no hay ninguna duda y no hace falta un Congreso de la Lengua Española para confirmarlo. Lo triste es que un tal Gianni Infantino ha querido llevar al límite a esa mitólogica gallina y en cualquier momento se le puede desplumar.
Ya es oficial que el próximo Mundial, el de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá, lo acordaron hoy en Ruanda, se jugará con 48 selecciones, tendrá 104 partidos, serán 12 grupos de cuatro equipos cada uno, clasificarán dos por cada bloque y los ocho mejores terceros.
Es una forma elegante de cargarse el fútbol. Hoy son 48, 16 más que el recién disputado Mundial de Qatar 2022, pero en un futuro serán cien selecciones, y después 110, y luego 120, y más adelante 130, hasta que Infantino o sus nietos decidan que al Mundial, para que realmente sea democrático, acudan todas las selecciones inscritas en FIFA.
Así vermos a San Marino, a Malta, al Peñón de Gibraltar, a las Islas Malvinas, que para entonces serán un país independiente, y a todas las islas que midan más de 20 metros cuadros.
De esa manera, la maravillosa gallina de los huevos de oro se transformará en un triste y gris gallina, que por más esfuerzo que haga no logrará satisfacer la demanda, dado que será un mano a mano entre calidad y cantidad, y este último factor es el que se impondrá.
Las ansias de explotar al máximo el fútbol, sin dejar espacio para que los jugadores descansen lo suficiente, acabará con este deporte sin igual, y ni el brillantísimo Infantino lo salvará.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FxD y EL JORNAL
