Editorial
(San José, 16 de noviembre, 2012). En el extraordinario mundo de las comunicaciones que vivimos hoy, hay de todo y para todos, incluso para confirmar que el “corronguismo” va más allá de ese periodismo de cucharas, tenedores, etiqueta y notas rosa, y llega incluso a los más altos poderes de la República.
Mientras el país vivió ayer una jornada de protesta más por la situación de la seguridad social y en especial por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el derecho de los ticos a manifestarse con libertad, la presidenta desde su cuenta en Twitter escribió algo así como “así debe ser”.
¡Qué corronguera tan inigualable! Un tema tan delicado como la protesta de ayer la presidenta, desde la agónica España, que sigue extrañando la partida de su mejor columnista de los últimos tiempos, al discípulo de Larra, Francisco Umbral, es tratado por la mandataria con una superficialidad abismal.
Se piensa que la Presidenta anda tan ocupada que no ha de tener tiempo para merodear por Facebook, Twitter, Hi 5, o cualesquiera de la enorme variedad de redes sociales, pero no, ahí está doña Laura, al pie del cañón, con su laptop, o su iphone, para “twittear” todo lo que sea necesario.
No imagina uno a don José Figueres Ferrer en el poder y enviando mensajitos corrongos. No, o se lo imagina tratando de atrapar al vuelo al futuro en una idea de avanzada o releyendo a Tolstoi.
No obstante, no todo es negativo: queda claro que tenemos una presidenta online, dispuesta a “twittear” en tiempo real, más allá de la urgencia de los graves problemas que aquejan al país.