(VIERNES 08 DE ENERO, 2021-EL JORNAL). La pequeñez de la dirigencia del fútbol de Costa Rica: la actual y la de años anteriores, se mide en que ha sido incapaz de organizar un verdadero Torneo de Copa que le dé brillo al balompié nacional.
Ahora que existe Internet, por si algunos no se han enterado, basta con mirar de reojo lo que pasa en España para que se tome lápiz y papel o la tableta, y se copien los elementos que se puedan adaptar a nuestra realidad.
El Cornellá, un equipo de Segunda B que hasta hace cinco días pocos conocían, viene de eliminar al Atlético de Madrid, actual líder del fútbol español, ahora recibirá al Barcelona de Lionel Messi por la Copa del Rey.
¿Tienen idea de lo que eso significa para dicho club? La emoción de recibir en casa a un grande del fútbol español en una eliminatoria a partido único. Imaginemos por un instante que el Deportivo Nimboyore de Linafa (existe, no es ningún invento) tras superar algunas fases le toque jugar en la ronda de octavos de final contra Saprissa, en el estadio de Nimboyore, por la Copa Costa Rica. O que Talamanqueña reciba a la Liga por esa misma fase.
Sería devolverle al fútbol de a pie un nuevo espacio, potenciarlo, al tiempo que los de Primera División estrechan lazos con las comunidades, que desde hace mucho tiempo solo los ven por televisión.
Tras el sorteo de hoy en España, el Alcoyano, un segunda b, esperará en casa al Real Madrid. Las imágenes de los equipos pequeños celebrando que tienen como rivales al Barça o al equipo merengue solo se pueden equiparar a cuando alguien gana la lotería.
Costa Rica requiere un Torneo de Copa a la altura de los tiempos, que incluso sea un aliciente económico para los de la primera categoría que normalmente no acceden a las fases finales del campeonato, pero que en la copa pueden tener otro recorrido.
Al cumplirse un siglo de fútbol federado, todavía tengo la sensación de que nuestra dirigencia es chata y miope.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
