(MIÉRCOLES 15 DE MAYO, 2024, EL JORNAL). Hace unos días, en pleno mes de abril, a las diez de la mañana, bajo un sol bonito, no muy alto ni muy bajo, con mi esposa Sonia tuve la oportunidad de visitar la Finca Casa Ampi, ubicada en Barrio El Pilar de Vuelta de Jorco de Aserrí, propiedad de la familia Durán Monge, matrimonio compuesto por don Manuel Durán Barboza y su esposa Amparito Monge Picado, su hijos Zeidy, Olga, Manrique, su nieto Lorenzo y Joaquín Borderías, esposo de Zeidy y padre de Lorenzo.
La finca lleva el nombre de Ampi en honor a Amparito. Con la compañía y guía de Manuel iniciamos la travesía. Lo primero que disfrutamos fue de algunas quebradas cuyos empedrados parecen hechos por manos humanas.
El terreno es quebrado pero con senderos bien elaborados donde uno se moviliza fácilmente. Desde luego no podía faltar el café pero luego disfrutamos de muchos árboles frutales, algunos que ya se ven poco como guabas y cuajiniquil, anonas ¡qué sabrosas!, comimos manzanas de agua y unos bananos deliciosos, que nos alcanzó para traer a la casa.
Pero lo más impresionante y hermoso fue llegar a los nacientes, de agua fresca y cristalina bien protegidos por enormes árboles y plantas, donde uno se siente completamente en conexión con la naturaleza y podría estar allí por mucho tiempo, meditando y disfrutando de la creación de Dios. Al rato nos alcanzó Manrique y conversábamos que el agua es una bendición, sin ella no vive el hombre, por eso debemos cuidarla y protegerla.
Llegamos a lo más alto y comenzamos el descenso observando y disfrutando de una serie de mensajes escritos en atractivas placas, referentes al cuidado y amor que se debe tener por la naturaleza y es que esta Finca cuenta con la bandera azul, otorgada por instituciones gubernamentales, como símbolo de la buena conservación que se debe dar a la naturaleza que nos rodea.
Todo un ejemplo de cómo con esfuerzo y amor podemos lograr tener un terreno fértil, productivo y hermoso, digno de la familia y la comunidad. Cerca de las doce medio día llegamos a la casa de esta hermosa familia donde nos esperaba una sabrosa bebida refrescante…¡ah! y un delicioso “gallito”. Gracias familia Durán Monge y felicitaciones por tan noble y lindo proyecto.