(SAN JOSÉ, COSTA RICA 11 DE ABRIL, 2017-EL JORNAL). A sus 88 años acaba de construir un edificio en el que sueña se abra una sucursal bancaria, una de las pocas aspiraciones que Enrique Durán todavía no ha podido cumplir.
Comenzó vendiendo refrescos de sirope a los once años en Los Mangos de Vuelta de Jorco de Aserrí y desde entonces no ha parado de trabajar.
Durán, quien tiene una pulpería en el centro de Jorco, asegura que la mantiene abierta desde hace 70 años, en los cuales ha desempeñado varias funciones comunales, lo que lo han convertido en un verdadero líder de este distrito.
Durán fue miembro de la recordada Coopejorco, y aseguran que esta le dejó cuantiosas pérdidas económicas, lo que no lo desanimó a seguir trabajando duro.
Una de las acciones que más le agradecen en el pueblo es el haber donado el terreno en el que se construyó el colegio, lo que facilitó las cosas e hizo posible lo que era solo una quimera.
De hablar pausado, educado y muy claro en sus reflexiones, Durán es una verdadera institución en Jorco, cuyo desarrollo no podría entenderse sin su participación.