(LUNES 24 DE MAYO, 2021-EL JORNAL). Aunque la serie entre Saprissa y Herediano está más que abierta, los morados están más cerca del título lo esperado, tan solo un mes después de que Mauricio Wrigth tomara la dirección técnica, y el truco operado es sencillo en la teoría y complejísimo en la práctica: el once hoy se comporta como un equipo y se olvidaron de las individualidades extravidadas en la cancha como se observó a lo largo del torneo.
Solo un equipo solidario, como lo es hoy Saprissa, tan lleno de carencias, en especial en defensa, puede haber dado ese salto del vacío a la posibilidad de llevarse el campeonato en una de sus temporadas más irregulares.
Es el truco alemán del Saprissa, explicado así por Thomas Müller, para definir qué es lo que prevalece en la Bundesliga y que se hace extensivo a la selección: “En Alemania no creemos mucho en las superestrellas o en los jugadores mágicos individuales. Aquí nos enseñan desde temprana edad a jugar en equipo, a no brillar solo en lo individual. Esta es la razón por la que no ves muchos premios del Balón de Oro llegando a Alemania, pero si demuestras tu talento verás cuatro estrellas impresas en tu camiseta, esas estrellas representan las Copas del Mundo ganadas por Alemania. Creemos en el éxito del equipo, no en el éxito individual”.
La clave se remarca en la última frase y el Saprissa de ayer frente a Herediano evidenció ese espíritu de equipo que había perdido a lo largo de la temporada y no solo se ve en la celebración de los goles, sino sobre todo en las coberturas, en, por ejemplo, un Ricardo Blanco que puede tener todas las carencias que deseen señalarle, pero si yo fuera técnico lo querría en mi equipo; en un Mariano Torres, que ha puesto su talento al servicio de la colectividad; en un Michael Barrantes, que aunque no lleve el gafete en su brazo es el capitán en funciones; en un Christian Bolaños, omnipresente incluso cuando yerra; en un Jimmy Marín, que se dio cuenta de que si sus corridas no tienen una repercusión grupal no tienen sentido; en un Aarón Cruz, que se “cabrea” porque le permitieron al adversario demasiadas facilidades, al tiempo que se ha convertido en héroe temporal.
Así debe comportarse un equipo y Saprissa lo está haciendo, lo que de momento le permite sobreponerse a sus falencias múltipes.
El mérito pasa, entonces, porque la individualidad entendió que cada quien remando por su cuenta no llegaría a ninguna parte, y en haber escuchado al timonel, en el sentido literal del término, Mauricio Wright, quien marcó las pautas para hacer de un club alicaído y a su llegada humillado, en un serio aspirante al título.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez
