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El síndrome de la pasividad

(LUNES 29 MARZO, 2021-EL JORNAL). Las imágenes de los hondureños celebrando su pase a los Juegos Olímpicos de Tokio se sobreponen a la triste y pobre presentación de Costa Rica en Guadalajara, donde dejó escapar una clasificación que estaba al alcance de la mano.

En la otra cara de este laberinto que es hoy el fútbol costarricense en el ámbito internacional, surge un lienzo plagado de dudas: la Selección Mayor, que ante Bosnia Herzegovina fue incapaz de tomar el control de un partido ante el equipo B de dicho país.

En cada encuentro de nuestras selecciones esta es la fórmula que siempre predomina: altas expectativas en las horas previas y frustración sempiterna tras el pitazo final. Es un mal crónico que parece no tener solución.

En el Preolímpico, Estados Unidos no era infranqueable y lo demostraron México y Honduras. Canadá, que es un fútbol que no termina de profesionalizarse, incluso llegó más lejos que la Tricolor, a la que solo le quedó el llanto del hubiera y esa famosa entrega de los jugadores de la que habló el técnico Douglas Sequeira.

A esta altura del partido, hablar de entrega y no de juego eficaz y resultados, es caer en el viejo lenguaje del esoterismo, cuando la ciencia es capaz de hurgar en los anillos de Saturno.

Ya Tokio es inalcanzable. Y Catar parece ir por ese mismo camino, si no se le inyecta a la Selección ritmo, vértigo, hambre de protagonismo y claridad de miras.

El fútbol costarricense tiene exceso de pasividad. Se transmite de las oficinas a la cancha y viceversa. Y mientras unos y otros se lanzan la pelota, el tren de Tokio ya pasó y el de Catar ya está en marcha, y ni la dirigencia ni el cuerpo técnico parecen haberse percatado de esa demoledora realidad.

La presencia en cinco Mundiales, dos de ellos con presentaciones inolvidables como los de Italia 90 y Brasil 2014, no se han capitalizado, y todo va camino de quedarse en la anécdota fácil y vacía.

¡Qué lejos estamos de Tokio y qué cerca del abismo! El síndrome de la pasividad permea todo nuestro fútbol.

 

Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.

 

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