PARAJEANDO
Adilio Zeledón*
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 18 DE JUNIO, 2016-EL JORNAL). Con esto de salir a “Pajarear”, cada jornada nos brinda una sorpresa de las maravillas de aves en Acosta.
En una gira por el sector del camino viejo hacia Las Ceibas, por la Vereda, pretendíamos investigar sobre una especie reportada por Richard Garriges, autor de la Guía de Aves más reciente, donde indica que una pareja de Sabaneros Rojizos había sido fotografiada al Sur de San Ignacio.
A media cuesta, casi llegando a los puentes, pudimos escuchar y fotografíar esta ave reportada. Se trata del Sabanero Rojizo (Aimophila rufescens) de la familia de los emberezidos, que del latín significa de los “ruidosos”, pariente del “Comemaíz”.
Este Sabanero, de color rojizo en su espalda, alas, cola y cresta de la cabeza, pecho, abdomen y cara blanco opaco. Los adultos presentan dos líneas negras que salen desde la base del pico; una pasa sobre el ojo y otra sobre su garganta. Hembra y macho son iguales. Se alimentan de insectos, arañas y abejones y algunas semillas secas que levanta de la hojarasca.
Lo curioso de esta ave es que, según registros, solo se ubicaba en las faldas del lado pacífico de los volcanes en Guanacaste. Ahora, con el seguimiento que le hemos dado, hemos podido constatar que, en varios lugares, a lo largo de la cuenca del río Candelaria, se puede ubicar esta especie.
Este Sabanero busca áreas abiertas como potreros y sembradíos de frijolares, áreas de crecimiento secundario como charrales y bejucales. Por las mañanas, se percha (macho) sobre una rama alta, donde emite un canto constante, pero por lo general permanece a nivel del suelo sobre los arbustos y matorrales.
Esto demuestra que en Acosta se está acrecentando especies de aves nuevas y de gran valor para la observación y estudio de ellas.
*Observador de aves.
