(LUNES 26 DE OCTUBRE, 2020-EL JORNAL). Con un resonante  78,27 por ciento a favor de una nueva Constitución en Chile, el pueblo de esa nación suramericana infringió el más rudo golpe  en esta década  al fascismo latinoamericano, fomentado por una obstinada política respadada desde Washington y por la burguesía local, que durante  40 años saqueó, hasta saciarse, los recursos del país.

En el Chile heredado por el fascismo de Pinochet (1973-1990) queda privatizada el agua, las carreteras, la educación, la salud, la minería, la pesca, los puertos, las tierras de los pueblos originarios; todo bajo el eufemismo del “desarrollo económico”.

Quedan además decenas – entre 300 y 400 jóvenes ciegos – a quienes los “carabineros” dispararon a sus ojos durante multitudinarias marchas infiltradas muchas veces por agentes del gobierno.

Queda igualmente una herencia de  al menos un 35,5% de pobreza para el 2020, frente a 30,3% registrado en 2019. También miles de chilenos “judicializados” por protestar contra el statuo quo  y el 6.6% de los menores (219.624)  entre los  5 y 17 años condenados al trabajo infantil, según la UNICEF.

Si bien las élites gobernantes en Chile trataron de “salvar” el régimen introduciendo una segunda pregunta en el plebiscito del 25 de octubre , tendiente a que si preferían una Constituyente compuesta por un 50% de diputados en funciones y el otro 50% escogidos en elecciones populares, la ciudadanía  vio la “jugada” y rechazó el engaño pretendido.

EN BUENA HORA

Por eso no hubo felicitaciones de la Casa Blanca para el pueblo chileno, tampoco de la Secretaria General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), ni del Grupo de Lima al que pertenece el gobierno del mandatario Carlos Alvarado, apenas conocida  la arrolladora decisión del sí a favor de escoger los futuros  constituyentes por elección popular.

En contraste, sí lo hicieron el gobierno de México a través del  secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien escribió: “Felicitaciones a Chile por el exitoso y amplio ejercicio democrático realizado el día de hoy, enhorabuena”.

Su homólogo argentino, Felipe Sola, destacó la “ejemplar jornada cívica” que se vivió el domingo y afirmó que “la democracia en la región se fortalece cuando la ciudadanía decide su propio destino en pleno ejercicio de sus derechos políticos”.

Asimismo el  exjefe de Estado  de Bolivia, Evo Morales, consideró  que  los resultados del plebiscito encamina hacia  “un nuevo pacto social”, que se construirá  por medio una sociedad más justa para el país, para el bienestar e integración de nuestros pueblos”.

“Vienen tiempos de cambio para Latinoamérica. Bolivia y Chile dieron pasos históricos estos días que permitirán relanzar pronto organismos de integración como Unasur, porque solo unidos los pueblos podremos garantizar el futuro de las próximas generaciones”, agregó el exmandatario.

Mientras tanto, el presidente electo de Bolivia Luis Arce escribió: “En una jornada democrática aprobó la conformación de una Convención Constitucional para construir una nueva Constitución. Chile inicia el camino de un nuevo país escuchando la voz popular. ¡Felicidades, Chile!”.

Por su parte, la exsenadora colombiana Piedad Córdoba aseguró que los resultados del plebiscito chileno significan el entierro de la Constitución de Pinochet, pero también que la protesta social sí sirve, y aseveró que esto supone un “durísimo golpe a la derecha continental, incluida la colombiana”.

Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela también expresó su satisfacción por lo acordado por el pueblo chileno.

“Mi felicitación, reconocimiento y admiración al pueblo chileno que hoy se volcó a las calles y centros electorales para decidir el futuro de su Constitución y acabar con el pinochetismo”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en la noche del domingo después de conocerse los resultados del histórico plebiscito. 

“Se abren las grandes alamedas para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva Allende!”, aseguró Maduro. 

«TRIUNFO DE LA CIUDADANÍA»

 Así calificó el presidente de Chile, Sebastián Piñera, lo sucedido este domingo en su país, donde, con casi el 100% de los votos escrutados, los ciudadanos decidieron por un rotundo 78% reemplazar la actual Constitución, redactada durante el régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).

En la primera de las dos preguntas planteadas en el plebiscito, «¿Quiere usted una Nueva Constitución?», el Apruebo ganó por 5.885.721 votos (78,27%) frente a 1.633.932 votos (21,73%) del Rechazo.

En la segunda interrogante, «¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución?», los chilenos optaron por una convención constitucional; y escogieron una convención constituyente, que estará formada por 155 ciudadanos elegidos en su totalidad por voto popular.

 Varios líderes latinoamericanos felicitaron a Chile por la aprobación del plebiscito celebrado el domingo con el que se da paso para un cambio de la Constitución, que había sido heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

Más de 7,5 millones de personas ejercieron su derecho al voto, lo que supone una participación que superó el 50% de las personas con capacidad para escoger.

Después de 30 años, los chilenos volvieron a votar un plebiscito. Esta jornada electoral era el evento político más importante de Chile en las últimas décadas porque definía la oportunidad para que redactar una Constitución Política desligada de la que se hizo durante el régimen militar de Pinochet.

 

 

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