(VIERENES 20 DE AGOSTO, 2021-EL JORNAL). El Estadio Nuevo de Limón es un metáfora con que se ha visto durante décadas el deporte en relación con la provincia del Caribe.
En 1993 se realizaron los Juegos Deportivos Nacionales y aunque en ese entonces solo un aspirante a periodista, escribí un reportaje que fue reproducido en una revista sueca hecha por latinoamericanos y por eso me acuerdo perfectamente del título: “Limón vuelve al olvido”.
Ha pasado una vida desde entonces y para el deporte limonense y para la provincia en general la situación no ha cambiado mucho, y en algunos casos ha empeorado.
La visión de la dirigencia local y nacional, tanto en política como en deporte, es lamentable. Con el semillero que puede representar limón en todas las disciplinas deportivas y con lo que puede significar en el fútbol en particular, es de que sea la provincia con las mejores instalaciones deportivas del país y que tenga al mejor grupo de entrenadores.
Y no, no es así. Ese es solo un deseo de este columnista. La realidad es, por el contrario, aplastante. Ahora nos informa Juan Diego Villarreal, de La Nación, de que está en marcha una recuperación del Estadio Nuevo de Limón, que recibiría una inversión de ¢639 millones por parte del ICODER.
El estadio, tras los Juegos Nacionales de 2009, fue abandonado y como detalla el colega se robaron » inodoros, los lavatorios, el techo y la grifería de los baños, las mallas perimetrales y los portones de acero, e incluso los marcos de fútbol”.
Realismos mágico puro. Sin un adjetivo que agregar.
Limón sigue en el olvido. El hecho de que su equipo esté en la Segunda División y siga con problemas es una muestra inequívoca.
El deporte costarricense no puede permitirse ese lujo. Debe hacer que todo la capacidad innata de los limonenses para el deporte brille como un sol radiante en el espectro deportivo nacional e internacional, pero para ello se requiere voluntad política, compromiso y visión, mucha visión, para apreciar el talento corre a raudales como las mareas que bañan su costa.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
