(MARTES 31 DE MAYO -2022- EL JORNAL). La Selección Nacional se jugará el pase al Mundial el 14 de junio, para el que parece faltar una eternidad, con todos los imprevistos que haya de aquí hasta que se llegue a tan crucial fecha.
Ahora fue Bryan Ruiz el que apareció con Covid-19 y por eso, además del plan central, el técnico Luis Fernando Suárez debe contar con un plan b, de modo tal que el equipo costarricense esté en las mejores condiciones ese martes ante Nueva Zelanda, porque para ese día no caben ni valen las excusas.
Pienso que el haber parado el campeonato tanto tiempo fue un error. Ojalá que este aspecto no incida de manera negativa en el seleccionado, pero la competencia siempre es buena y pertinente frente a un partido de la magnitud del que se acerca.
Ahora viene la Liga de Naciones y están Panamá y Martinica de por medio y es comprensible que el entrenador tenga que arriesgar a algunas figuras con el fin de darle rodaje a algunas de ellas.
Lo ideal sería ubicar en un aislamiento a los jugadores y solamente dejarlos que tengan interacción y competencia ya el día del encuentro, pero eso es totalmente irreal.
La vida diaria no se puede alterar y solo se pueden controlar algunos aspectos, por lo que hay que afrontar el juego con los riesgos que conlleva.
No se debe, por nada del mundo, alterarse el guion en busca de la clasificación, por todo lo que representa para el fútbol costarricense, tanto para la Federación como para los clubes.
El 14 de junio, por ende, es una fecha que ha de estar marcada en el calendario como única, porque lo que pase en el encuentro contra Nueva Zelanda se comentará por muchos años, y eso que estoy pensansolo únicamente en la victoria.
La estación de Panamá es solo eso: una parada sin mayor trascendencia, porque la cita de Catar es la que puede marcar el derrotero de nuestro fútbol para los próximos cuatro años.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FxD y en EL JORNAL