(VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE, 2022-EL JORNAL). San Carlos está prácticamente eliminado y por eso sacó a pasear algunos fantasmas, sin antes mirar hacia adentro y ver qué realmente fue lo que hizo mal.
Ahora apuntan a que el árbitro, David Gómez, es oriundo de Puntarenas y acto seguido Víctor Abelenda sostiene: “No quiero pensar mal”. Es como si al señor Abelenda se le señalara por ser uruguayo.
Si se utilizase la premisa del lugar donde vive o nació un árbitro habría que traer silbateros internacionales para todos los partidos. Costa Rica es pequeña geográficamente, pero no podemos empequeñecerla todavía más con esos pensamientos que solo conducen a la mediocridad y el conformismo.
Ayer, Sporting y San Carlos disputaron un muy buen partido. ¿Qué pasaría si hubiesen mantenido un rendimiento similar a lo largo de la campaña?
Hay que soltar amarras, que el talento está ahí, pero sucede que las pizarras y los bloques—Valdano se quejaba que ahora en el fútbol todo es bloque: bloque bajo, bloque medio, bloque alto—han maniatado más de la cuenta lo que debe ser un espectáculo.
Si alguien tiene duas que vea la Premier o la misma Liga española.
Así que salir a cuestionar la procedencia de un árbitro es un proceder vago y pobre, y desnuda de pies a cabeza a quien lo hace.
Por eso, don Beto Cañas cuando le pusieron al aire “Somos como somos” en canal 13, exclamó: “Por eso estamos como estamos”. Lo mismo digo de nuestro fútbol.