(SAN JOSÉ, COSTA RICA 10 DE DICIEMBRE, 2017-EL JORNAL). Quienes me conocen saben claramente que no soy muy religioso y creo que fui a misa por última vez hace unos 40 años, cuando acompañé a mi abuelo, de modo que mi argumentación no está basada en defender a la Iglesia Católica, pero creo que la decisión de Canal 13 de eliminar el rosario y la misa es un grave error.
El error estriba, desde mi punto de vista, en que quienes tomaron la decisión lo hicieron desde una oficina y sin siquiera asomarse a la realidad de una parte de la población, en especial de las zonas rurales, para la cual el servicio de la misa y el rosario son relevantes.
Si el Sistema Nacional de Radio y Televisión (SINART) está respaldado por el Estado y, quiérase o no, todavía tenemos un Estado confesional católico, no veo por qué no mantienen ese servicio, que es útil, ante todo, para personas mayores, que por su condición de salud no pueden asistir a las misas en sus respectivas comunidades.
Ahora que todo se debe a los “clics” y al “rating”, algunos me dieran que esas misas y esos rosarios los siguen “cuatro gatos” y que por lo tanto a Canal 13 le conviene disponer de un programa que genere mayor audiencia. De ser así quizá puedan hacer un pacto con Teletica y pasar el Chinamo, y así instruir a nuestro pueblo para sacarlo de ese analfabetismo funcional, que hoy nos dice que un 56,8 por ciento de los ticos no se detiene a leer ni siquiera el horóscopo.
Creo, de nuevo, que esa justificación sería errada. Si todo obedeciera al famoso “rating” y a los anónimos “clics”, otros medios respaldados por el Estado o instituciones autónomas ya estarían cerrados con base en ese precepto.
De modo tal que en este caso lo lamentable es que los señores del SINART no se hayan molestado en entender, en toda su expresión, el significado que para una parte de la población tienen esas transmisiones.
Si se sigue la lógica aplicada en este caso, también deberían de eliminar la transmisión de la lotería nacional por Canal 13, porque esta podría ofender a quienes pensamos que, matemáticamente, es casi imposible ganarse el “gordo”, por más que hagamos cábalas y recurramos a las más insospechadas supersticiones, tan propias de nuestro pueblo.
A veces el puritanismo no lo acusan quienes profesan una religión, sino precisamente quienes dicen ser librepensadores, pero que se comportan con una beligerancia discursiva y un afán de poseer la verdad absoluta, que a veces asusta, sobre todo porque su argumentación no resistiría ni el más flojo de los análisis discursivos.
Lo más importante, no obstante, es que la medida de sacar el rosario y las misas se hizo con un abismal desconocimiento de lo que pueden significar esos espacios, insisto, para personas de zonas alejadas del país y para aquellos que por razones de salud se les dificulta asistir a esas celebraciones.
Canal 13 da un paso atrás, porque hay un público que requiere esos servicios y como ciudadanos los merecen, más allá de si se trata de esta o aquella religión.