(LUNES 19 DE JULIO, 2021-EL JORNAL). A una jornada para que concluya la primera fase de la Copa Oro, la pregunta que ronda el horizonte es si la Selección Nacional está en condiciones de mantener el ritmo que exigirá el baile de la octogonal.
Hasta ahora hemos visto a una Panamá con gran despliegue de fútbol. A una Honduras fuerte y con unas transiciones endiabladas. A una selección salvadoreña que ha mejorado en muchos órdenes a partir de la llegada de Hugo Pérez. Estados Unidos y Canadá ya no sorprenden. México es una decepción con asterisco, porque se espera mucho más del equipo del Tata Martino, que por ahora, casi caminando y con un rendimiento mediocre, ya es primero en su grupo.
Visto lo anterior, ¿dónde está Costa Rica? En la selva. En una búsqueda de equipo, de posiciones en el campo y de determinaciones por parte de Luis Fernando Suárez, quien tendrá que hacer milagros antes del 2 de septiembre, cuando la pelota empiece a rodar frente a Panamá en condición de visitantes.
Al día de hoy, por más esfuerzos que se hagan, está claro que el tiempo perdido es aquel del que hablaba Pablo Milanés: el implacable, el que pasó.
Y sí, se perdieron casi tres años entre Matosas y Rónald González, fruto esto de las malas decisiones de los federativos, porque a aquellas no las tomaron marcianos, sino los señores de saco y corbata que muchas veces desconocen cómo va esto del fútbol, porque lo que les interesa son otras razones.
Y en medio de esta jungla, Costa Rica porta el farolillo rojo de cara a la eliminatoria. Al día de hoy, por ritmo, transiciones, figuras y claridad futbolística no somos mejores que ninguna selección clasificada a la octogonal.
Alguien dirá que se ha de apelar a la casta, al esfuerzo, a la entrega. Eso será necesario, desde luego, pero a todas luces insuficiente.
A la Selección le faltan muchas horas de vuelo, y lo evidencia lo que está ocurriendo en esta Copa Oro, en la que gracias a la generosidad de Martiníca y Surinam ya estamos clasificados.
Sea Canadá o Estados Unidos, el camino de ahora en la Copa Oro y el de mañana en la eliminatoria está lleno de espinas.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez