(LUNES 10 DE ENERO, 2021-EL JORNAL). Christian Bolaños, en nuestro fútbol, está más allá del bien y del mal. Se ha ganado ese estatus a pulso en la cancha. Y por lo tanto, tiene la libertadad para referirse a la Selección Nacional con propiedad porque sabe de lo que habla.
Y lo ha vuelto a hacer, después de que dijese, tras el partido ante Estados Unidos por la eliminatoria, que la Tricolor se manejaba como una pulpería.
Ahora en el contexto de 90 minutos por la vida reiteró que no se arrependía de sus valoraciones y en ningún momento trató de suavizar sus declaraciones para tocar a las puertas de la Selección, que hoy le están cerradas tras las respuestas que diera Rodolfo Villalobos, presidente de la Federación de Fútbol.
A 17 días de que Costa Rica se juegue su futuro rumbo a Catar ante Panamá, las afirmaciones de Bolaños vienen a encender de nuevo la mecha en torno al seleccionado, después de las vacaciones de navidad y el frío comienzo del 2022.
No obstante, si Luis Fernando Suárez observara el panorama de la Selección con la frialdad que exige su puesto, debería de llamar a Bolaños, más allá de sus declaraciones, porque el futbolista del Saprissa se ha ganado estar de nuevo en la eliminatoria. Fue el mejor de Saprissa en la fase final del torneo.
Lo tiene todo: experiencia, buen estado físico, gol, desborde y ese “saber cómo” que dan los años y que es imposible encontrar en ningún manual de fútbol o de recursos humanos.
El hecho de que se haya referido en términos fuertes a la manera en que se ha gestionado la Selección no debiera ser óvice para que se le cierren las puertas, sobre todo en un contexto en el que el equipo costarricense carece de figuras de peso y de calidad.
Veremos si Suárez es capaz de cruzar el río en el tema Bolaños, o sigue la guía práctica que le imprimieron hace rato en la Federación.