(VIERNES 04 DE JUNIO, 2021-EL JORNAL). En la página 58 de la edición 2021 del “Libro Almanaque Escuela para Todos” en la sección Dichos y Refranes Populares se hace una referencia a “andar con pies de plomo”, el cual se traduce, con extrema claridad, como: “Andar con mucho cuidado”.
Y es lo que se debe hacer tras el empate de la Selección de Costa Rica ante México, a cero goles, porque no se pueden hacer afirmaciones desmesuradas, como sí lo hizo el periodista David Faitelson con una alta dosis de veneno en el dardo enviado a sus coterráneos: “Hace ya tiempo que Costa Rica es mejor que México”.
Desde luego que no es cierta su apreciación, sino que más bien es una manera de provocar, porque si bien la Selección cumplió con su faceta defensiva, en la ofensiva la tarea quedó pendiente, como ha sido característico en la dirección de Rónald González.
En un partido discreto, porque así lo fue, con poca intensidad, y con muchas imprecisiones, Costa Rica supo controlar a un México que llegó con mucho nombre y ofreció poco en la cancha. Y ello pasó por dos razones: porque la Tricolor lo hizo bien, y porque el fútbol ofrecido por los aztecas fue pobre y limitado.
En ese contexto, y a sabiendas de que Costa Rica era una verdadera incógnita, el combinado nacional hizo sus deberes, insisto, en el primer mandamiento del fútbol, que es defenderse bien, porque en ataque, de dos opciones claras de gol que generó, ninguna se concretó y, por lo tanto, se sigue padeciendo de la falta de anotaciones.
Costa Rica en esta Liga de Naciones de Concacaf empató a uno con Haití, en dos ocasiones, y cero a cero en el primer partido con Curacao, al que venció en el segundo 2 a 1. Es decir, anotó cuatro goles y recibió tres. Sumado el juego contra México, en cinco partidos ha logrado cuatro tantos.
Por lo anterior, creo que los discursos alrededor de la Selección tienen que ser mesurados, fríos, exentos de pasión, porque si bien se le empató a un gigante de la Concacaf, ese gigante exigió poco a la Selección. Lo ideal es que se hubiese dado un intercambio de golpes como el que ocurrió entre Estados Unidos y Honduras, en un partidazo, y en el que los catrachos dejaron magníficas sensaciones en la gramilla del Empower Field de Denver.
Aventurarse a lanzar alabanzas a la Selección por lo hecho ante México puede resultar temerario y en ese caso es mejor escuchar la voz popular, como decía el poeta, y es más prudente “andar con pies de plomo”, como lo aconseja con sabiduría el “Libro Almanaque Escuela para Todos”.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez