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Amaño de partidos

(JUEVES 21 DE MARZO-2024-EL JORNAL). Lo sucedido con Golfito en la Liga de Ascenso es solo la punta del iceberg, por lo que es obligatorio que la Federación Costarricense de Fútbol continúe con una vigilancia extrema en este campo, o nuestro fútbol acabará como lo hizo el Titanic el 14 de abril de 1912: en el fondo del mar.

Es mucho el dinero que se maneja en las apuestas deportivas, por lo que todo hace pensar, que lo ocurido no es un caso aislado.

Aquí está la clave de todo: ¿cómo enfrentará, desde el punto de vista institucional, este problema el fútbol de Costa Rica.

Tiene básicamente dos opciones: asumir que es una realidad y diseñar una estrategia de cómo combatirla o mirar para otra parte.

En el pasado cercano se optó por la segunda opción y frente a las denuncias que hubo, el oficial de integridad miró para el Irazú y se quedó con el hermoso paisaje y transmitió la idea de que aquí no pasaba nada.

La realidad era, sin embargo, que se estban fraguando anomalías. Marcadores extraños, que iban más allá de lo que podía suceder en un terreno de juego, y nadie se percató de ello, o nadie quiso asumirlo, hasta que unos valientes jugadores de Golfito lo denunciaron.

Es grave, gravísimo, lo ocurrido y todo hace prever que lo que hasta ahora conocemos solo esla punta de ese iceberg.

Es necesario darle seguimiento al amaño de esos partidos y llevar la investigación hasta las últimas consecuencias, pues de lo contrario, es jugar con fuego.

La FIFA quiere lavarse la cara después de tantos casos de corrupción en su propio seno, y no tendría piedad con ningún fútbol que se preste a la alteración de partidos para sacar ventaja en la mesa de juegos.

Fedefútbol y Unafut tienen que afrontar este reto con suma responsabilidad, o al final se toparán ese iceberg enorme, y entonces ya será demasiado tarde.

Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL

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