(MARTES 08 DE JUNIO, 2021-EL JORNAL). Ante la crisis de rendimiento que vive la Selección Nacional, se viene un tiempo de especulaciones y los representantes están más que listos para intentar hacer su agosto.
Ya saltó la noticia de que Ignacio “Nacho” Ambriz es uno de los fuertes candidatos para sustituir a Rónald González, en una noticia cuyas fuentes son cuestionables.
Vivimos en los tiempos en que una noticia, falsa o real, corre como la pólvora en Internet y en este caso ya en algunos medios mexicanos hasta se da casi por un hecho el relevo.
Partamos de que hay algo cierto en dicha posibilidad y démole el beneficio de la duda a la información. Sería un nuevo error de la Federación Costarricense de Fútbol traer a un técnico como Ambriz, que si bien recientemente fue campeón en México, en el Apertura, es un hombre que no tiene experiencia en dirigir una Selección y aunque somos casi vecinos, la realidad azteca es muy distinta, desde todo punto de vista, a la costarricense.
Me parece demasiado tarde para hacer un cambio. Desde antes del nombramiento de González se debieron hacer los balances para determinar si se le nombraba o no, pero ahora, a las puertas de la Copa de Oro y con la eliminatoria a la vuelta de la esquina, es un error quitarlo.
En medio de esta crisis y si ya no hay vuelta atrás en cuanto a la salida de González, la única alternativa a la que le encuentro sentido es que la Federación aproveche que las circunstancias le sonríen y que le pusieron a Alexandre Guimaraes al alcance de la mano.
Es un hombre de la casa, conoce bien qué es dirigir a la Selección Nacional, tiene experiencia mundialista, salió campeón con el América de Cali en Colombia hace tan solo unos meses, en un fútbol más que competitivo y, sobre todo, conoce como pocos la idiosincrasia del futbolista nacional.
Guimaraes, además, tiene la ventaja de que no está urgido ni se muere por dirigir. Su vida económica está resuelta e incluso la deportiva, si no dirigiera un encuentro más en el resto de sus días, la tarea ya la tiene hecha.
A la cabeza de la Selección, Guimares no tendría el temor de darle cabida a muchos jóvenes en el seleccionado, que si bien no tienen la experiencia, sí la energía y el hambre de salir adelante, como ya hiciera en su momento con Gilberto “El Tuma” Martínez y Carlos Castro, para citar solo dos ejemplos.
Si la Federación entra en el juego de las especulaciones, no solo terminará de hundir a González, sino que sentará en el banquillo al técnico equivocado.
Ante ello, si se tiene a un hombre de la jerarquía y la experiencia de Guimaraes ahí cerca de La Sabana, debe imperar la lógica y la inteligencia, y el espinoso camino de la eliminatoria podría volverse más llevadero y culminar con la ansiada clasificación a Catar 2022.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez