(MARTES 28 DE NOVIEMBRE-EL JORNAL). La Liga no puede dormirse en los laureles como le pasó a Saprissa si quiere salir campeón de la Copa Centroamericana, un torneo que con el paso de las fechas fue ganando en interés y hoy es una excelente oportunidad para el equipo rojinegro.
Al frente tendrá a un Real Estelí que en su estadio es un adversario difícil, todavía con muchos errores en defensa, pero con fortalezas de mediocampo hacia delante.
Lo más relevante es cómo se asume el encuentro: si los manudos salen como lo hicieron contra Guanacasteca, se pueden traer un resultado que condicione por completo la serie a favor de los nicaragüenses.
El fútbol de Nicaragua ya no es aquel contra el que perdió la Liga en 1997, en el partido contra el Diriangén y que tantos disgustos le causó a Manuel Keosseian y a sus jugadores.
El balompié en Nicaragua ha mejorado, mientras el nuestro, con historia, infraestructura y calidad, mucha calidad en ciernes, sigue estancado tras el Mundial de Brasil 2014.
Hoy es una excelente oportunidad para que Alajuelense obtenga un marcador que le permita anticipar la fiesta en el Morera Soto y así poner las cosas en su lugar, porque por mejor campaña que haya hecho el Real Estelí, esta final debió ser Liga-Saprissa, solo que los morados fallaron estrepitosamente, situación que ahora quieren olvidar con su primer puesto en el campeonato nacional.
Quieren tapar el sol con un dedo, como dice el argot popular y ya eso no es posible.
La principal premisa, entonces, para esta noche, ha de ser el estar alerta, muy concentrados y practicar el fútbol que caracteriza a Alajuelense, sin ningún temor, precaución excesiva o mezquindad, porque en el mano a mano, la Liga lleva las de ganar.
Está más que cantado: Alajuelense no puede dormirse en los laureles.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
