(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 22 DE MARZO, 2017-EL JORNAL). Luego de largos cinco años, Mauricio Alvarado recibió un transplante de hígado, debido a que sufría de cirrosis, y dicha operación le salvó la vida.
Los diagnósticos, la fila de espera para estar entre los elegidos, que duró tres años, y el encontrar un donante compatible, mientras la vida se le iba apagando, fueron parte de los desafíos que debió enfrentar Alvarado, quien, el pasado martes 21 de marzo, contó su testimonio en TERTULIA DEL MEDIODÍA, programa que se transmite desde el 15 de marzo por Radio Cultural Los Santos, 88.3 fm.
“Después de ver un partido en San Ignacio de Acosta sentí algunos síntomas y fue cuando acudí al médico. Eso terminó con un diagnóstico de que tenía cirrosis”, detalló.
Alvarado, quien hace seis meses recibió el transplante de hígado, en una operación que duró 14 horas, hoy se encuentra bastante bien y solo tiene que tener ciertos cuidados con la alimentación y al desplazarse a sitios lejanos a su casa de habitación. Por lo demás realiza vida normal.
“Hay que tener fe en Dios de que uno saldrá adelante. Cuesta mucho. Hay momentos en que uno se siente solo. Cuando me dijeron que tenía cirrosis fue como si todo se pusiera oscuro y eran como las diez de la mañana”.
Alvarado agradeció al donante y a la familia del donante, del que solo supo “que era una persona joven que había fallecido”.
“Sus órganos le sirvieron a cuatro personas. A mí el hígado. A otro el corazón. Ahí es cuando uno comprende la importancia de que la gente done órganos y se evite así el tráfico de órganos”.
Hoy, armado con una nueva esperanza y nuevos retos, Mauricio Alvarado da testimonio de que incluso en la mayor adversidad “la fe nunca se debe de perder”.