(MIÉRCOLES DE NOVIEMBRE 2022-EL JORNAL). De cara al juego de mañana ante Alemania, se sigue repitiendo como una mantra que el resultado de 7 a 0 contra España fue un “accidente”.
Lo dijo el técnico Luis Fernando Suárez y lo ha vuelto a repetir su asistente John Jairo Bodmer, que lo ocurrido ante los dirigidos por Luis Enrique fue un “accidente”, quizá como quien se tropieza al bajar una grada.
El enfoque preocupa porque sabemos que no es cierto. No fue un accidente, ¿por qué insisten desde dentro de la Selección en transitar por esos caminos?
Lo sucedido el miércoles 23 de noviembre fue una planificación –si la hubo–totalmente deficitaria.
Costa Rica salió a la gramilla del Al Thumama y divagó todo el juego: el resultado, incluso, fue corto para lo observado.
Entonces, hay que tener claro que Alemania no es Japón, aunque los nipones les hayan ganado a los teutones. En fútbol, además, dos más dos no siempre son cuatro y prueba de ello es que la Tricolor venció a los japoneses con un solo remate a marco, de hecho es el único que ha realizado en el Mundial de Catar.
No admitir que lo ocurrido contra España fue una deblace y no un accidente, puede hacer que Costa Rica llegue ante Alemania con aires equívocos, y ya vimos de lo que fue capaz el equipo de Hansi Flick.
Desde afuera, se tiene la sensación de que la Selección es intocable, ahí nadie se equivoca, ahí todo es perfecto, pero en la cancha, la puesta en escena, no refleja eso.
Hay que ser honestos, a pesar de la victoria contra Japón, hasta ahora Costa Rica es el equipo más flojo del Mundial en cuanto a rendimiento, hasta por debajo de Catar, que fue un fiasco.
Así que ya basta de querer disfrazar la realidad con discursos a los que les sale humo por todo lado.