(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 15 DE SEPTIEMBRE, 2020-EL JORNAL). Me he enterado de que un colega ha tenido que enviar las preguntas a la Fedefutbol antes de poder entrevistar a su presidente Rodolfo Villalobos y no he podido dejar de recordar la oportunidad en que Enrique Artiñano, entonces máximo dirigente del Saprissa, condicionó la publicación de una entrevista, realizada con la sección de Deportes de La Nación, a revisar con antelación el reportaje que yo iba a publicar sobre el equipo morado, sumido en ese tiempo en una terrible crisis financiera.
Son viejas prácticas de la dirigencia que tiene la idea de que está por encima del bien y del mal. El periodista en estos casos está sujeto a su situación laboral, por lo tanto mis dardos no apuntan a él, pero sí a los federativos o directivos que cuando asumen un rol aseguran a los cuatro vientos que habrá transparencia y luego esa promesa se esfuma tan pronto como fue hecha.
Quien nada esconde no tiene por qué condicionar absolutamente nada. Eso de revisar preguntas o de que hay que enviarlas por escrito, ahora que tanto lo facilita el correo electrónico, es una práctica que atenta contra el buen periodismo. Siempre me niego a tal práctica y lo sabe la actual jerarca de Cultura Silvie Durán y todo aquel que me haya puesto tal condición.
En esta línea de condicionar la comunicación y el manejo de la información, hay un viejo proceder que consiste en que la fuente dice: “esto es off the record”, con lo cual hay una censura inmediata.
Rosa Montero, la escritora y excelente entrevistadora española, solía contar que antes de cada entrevista le advertía de manera categórica a su interlocutor que todo, absolutamente todo, lo que se dijese en la conversación era sujeto de publicarse.
Con las cuentas claras todos sabemos a lo que se va en el ejercicio del periodismo, que ha de resguardar una ética y una deontología para garantizar a la fuente un hacer profesional.
Por tal motivo, ese cuento de que yo debo entregar las preguntas por adelantado o de que no puedo preguntar por cualquier tema relacionado con las funciones del entrevistado, es una práctica reprochable.
Hoy, más que nunca, y ante los cuestionamientos que han surgido en el ámbito nacional relacionados con la forma en que se realizó la asamblea en que eligieron al actual ente federativo, así como lo sucedido en la Segunda División, la Federación de Fútbol debe demostrar que sabe qué es la transparencia y más importante todavía: que quiere practicarla.
Lo demás son relaciones públicas, una profesión muy respetable, pero que nada tiene que ver con el periodismo. Quien dude de ello, por favor, que vea The Post (está en Netflix), una magnífica película que pone de manifiesto, con base en un hecho real, por qué existe y para qué sirve el periodismo.
*El autor es periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
