De Tradiciones y encanto
Dice el cantautor nacional Dionisio Cabal “está bien ser miope, pero no ciego”, en Costa Rica no hay Blanca Navidad, sino Verde Navidad. Y es cierto, aquí no cae nieve, pero la Navidad sí es muy verde, simplemente mire nuestras hermosas y verdes montañas, el verde de los cipreses, la lana de los portales y las hojas del tamal, todo verde. Pero vamos a recordar cómo vive la Navidad el Tico.
Cuando inicia el mes de diciembre las casas se alumbran con bombillos de colores y se pone el árbol de navidad, algunos naturales, otros artificiales, costumbre que nos llegó de los países del norte de América, aunque su origen es Europeo. Pero lo más importante es la construcción del portal, conmemorando el nacimiento del Niño Jesús, o sea, el hijo de Dios.
Luego viene el día de las quemas el 8 de diciembre, tradición que por cierto se ha ido perdiendo.
El 24 de diciembre las familias hacen cena familiar e intercambian regalos, en otros hogares se hace el 25 de diciembre, y se pone el Niñito en el portal, porque ya nació.
¿Pero qué gira alrededor de los ticos en esos días?: las Fiestas de Zapote con sus corridas de toros a la tica, el famoso Chinamo de Canal 7; el gordo navideño, con el que todo el mundo sueña con hacerse millonario; la Vuelta Ciclística a Costa Rica; la final de fútbol de la Primera División; el adorno de luces de la Capital; el Árbol del Hospital de Niños; el Desfile de las Luces; el Tope; Los Carnavales; el Avenidazo; la locura de las compras y desde luego los tamales.
Todo eso es hermoso, forma parte de nuestras costumbres y hay que disfrutarlo, pero recordemos que el verdadero sentido de la Navidad es recordar el acontecimiento más grande de la historia: el nacimiento del Hijo de Dios, por tanto, son días para amar, reflexionar y, sobre todo, compartir con nuestras familias, amigos, compañeros, vecinos, en fin, para compartir con el mundo.
¡Que tengan una feliz y Verde Navidad!
