(VIERNES21 DE JULIO 2023-EL JORNAL). El despido de Luis Fernando Suárez solo merece esta línea. No más. Ahora lo que importa es la elección del nuevo entrenador de la Selección Nacional y debe hacerse con base en elementos fácticos y no a base de pura opinión.
Pareciera, sin embargo, que el próximo Comité Ejecutivo que encabezará Osael Maroto va por ese camino. Porque al día de hoy, según hemos sabido, hay dos líneas para contratar al nuevo técnico.
Una que apunta a que debe ser Juan Carlos Osorio, extécnico de México, que con el poder que tiene el fútbol azteca no alcanzó mayores logros. Osorio tiene buena retórica, pero eso no siempre se plasma en el terreno de juego.
La otra línea sugiere que interesa contratar a Jorge Luis Pinto. El técnico tiene un altar merecidísimo en el fútbol costarricense y es un estudioso y un gran trabajador, pero las condiciones del balompié nacional hoy, son muy distintas a las que enfrentó en la ruta hacia Brasil 2014.
Por lo tanto, más que ceñirse a preconceptos, los nuevos dirigentes deberían de evaluar de forma científica los posibles técnicos a contratar y que sea una elección lo más objetiva posible.
Lo contrario es dejarse llevar por nombres, detrás de los cuales no hay mucho, al comprobar que todo se sostenía por la fachada.
De esta elección del entrenador dependerá en gran medida el éxito que puedan cosechar en su gestión el nuevo Comité Ejecutivo.
No es una escogencia que se pueda hacer al azar o por fruto de las meras opiniones. Debe respaldarse con hechos. De ahí que es la primera gran elección del nuevo Comité Ejecutivo y a partir de ella sabremos si optarán por un trabajo serio y riguroso, o será más de lo mismo, lo que tanto daño le ha hecho al fútbol nacional.
