(LUNES 20 DE FEBRERO 2023-EL JORNAL). Como en un viejo bolero, en el que se recuerdan aquellos días idos de los amores añorados, Costa Rica va de fracaso en fracaso en las eliminatorias del fútbol menor, pero para la Federación Costarricense de Fútbol se perdió en penales ante Puerto Rico, y nunca dijeron que la Selección había quedado eliminada.
El primer dato que debe alarmar a la dirigencia de la Fedefutbol y del fútbol profesional en general es que el adversario que dejó afuera a los costarricenses es la Selección de Puerto Rico, donde son magníficos jugando al baloncesto y bailando salsa y bachata.
Ya ni siquiera nos eliminan adversarios como México, Honduras o Estados Unidos, que tienen una tradición futbolística, sino a que ahora es Puerto Rico, esa isla que vive en el olvido del gobierno estadounidense, y donde buena parte de la población todavía no recupera los servicios de electricidad, tras el paso del huracán Fiona en septiembre de 2022, por solo citar el dato más cercano.
Es decir, Puerto Rico ni es una potencia futbolística ni es una potencia económica, y desde la modestia despidió a una Costa Rica que no pudo avanzar en un Premundial en el que se clasifican cuatro selecciones al Mundial de Perú.
Pese a las evidencias, los dirigentes siguen aferrados a las excusas y para ellos, como para el Presidente de la Fedefutbol, Rodolfo Villalobos, la palabra fracaso no existe, la borró del diccionario, y siempre habrá razones que expliquen los fiascos con el fútbol menor.
La falta de un trabajo planificado, que abarque a todo el país para la observación de jugadores, así como los técnicos idóneos para su formación, son dos de las claves que explican este nuevo fracaso.
Una mirada a la lista de los convocados al Premundial de Guatemala deja entrever que la mayoría proceden de Saprissa, Alajuelense y Herediano, y por ahí uno que otro de Jicaral y Santos y de Limón, pero hay que escarbar más para encontrar el oro.
Entonces, queda claro que seguimos jugando al escondido y haciendo el ridículo por falta de un verdadero plan con las ligas menores, que tenga a los mejores entrenadores posibles, bien pagados, y con la infraestructura necesaria para cumplir a cabalidad con los objetivos que demanda este fútbol.
La mayor inversión debe ser en ligas menores, pero aquí se hace al revés: el 95 por ciento de los recursos va para la primera plantilla. Por el camino que vamos, Nicaragua será un rival inexpugnable a la vuelta de la esquina.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FxD y EL JORNAL