(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 19 DE MARZO, 2019-EL JORNAL). Cuando uno ve en los telenoticieros decenas de estudiantes del Napoleón Quesada pidiendo instalaciones porque el edificio actual se cae a pedazos, llega a la conclusión que el neurólogo Sigmund Freud se quedó corto en su teoría sobre la interpretación de los sueños, especialmente en torno a los cerebros neoliberales que ya llevan 30 años en América Latina.
Ignoro si lo que vivimos es una pesadilla, que en cierto estado de nuestros sueños, nos causa temores, o estamos ante lo que él llamó acto fallido, como intención consciente de la persona de hacer lo contrario de lo predicado.
Siento sinceramente que Freud no haya profundizado además sobre otro importante tema como es la “broma” colectiva, que suele presentarse entre la zozobra que causa la pesadilla y la “aguevazón”, provocada por la mentira, que es el acto fallido, dicho a lo tico.
Por ejemplo, una broma colectiva, a fin de explicarnos sobre algo que no profundizó Freud, es que usted recuerda cuando una administración cualquiera nos dice: no hay dinero para construir tal colegio y fueron las mismas autoridades las que impulsaron la llamada reforma educativa, inglés desde el kínder, educación dual, inteligencia artificial, etc.
Un acto fallido, desde la perspectiva freudiana, no es igual a una broma, porque ella es un especie de maniobra, que lleva como fin, generalmente, ridiculizar o victimizar a las personas.
Muchas bromas implican una crueldad dolosa y sádica, que nada tiene que ver con el humor y el deseo de hacer reír a la gente, con fines de salud mental. Por el contrario, hay bromas que buscan bajar la estima por prepotentes o idiotas titulados, que causan ciclos de depresión colectiva.
Un ejemplo ilustra más que un libro, decía mi abuelo, cuando los conceptos no son desarrollados por las correspondientes autoridades, como ocurre con la broma, que también existe para sentirnos bien, confortables y conscientes, como me encuentro ahora, de vivir en uno de los países más felices del planeta. .
Todas, personas muy serias, inteligentes y humanas, me hicieron sentirme muy feliz en su momento: don Abel Pacheco, José María Figueres, Óscar Arias, Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado…
¡Qué feliz me sentí cuando me convencieron de que si hacíamos esto, vendíamos aquello y mandábamos a la calle a cientos de empleados públicos, presentados ante el mundo por la prensa como vagos y corruptos, el vaso se rebalsaría y todo sería felicidad.
Otro momento feliz que no lo cambio por nada fue la noticia de que ponto el país contaría con 15 puentes que se requerían con urgencia. Pero algo salió mal – eso es normal en uno de los países más felices del mundo- ahora en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes nos dicen que no hay dinero para esas obras. Nos sentimos menos alegres pero siempre felices, sobre todo porque sabemos que esos puentes no afectarán a los ciudadanos de Los Yoses ni Lomas de Ayarco, pues allí no hay ríos caudalosos ni tienen que atravesarlos en yegua.
Al Viceministro de Hacienda, Nogui Acosta, el destino también le jugó una mala pasada, pues dijo recientemente por Canal 13 que el atún permanecería dentro de la canasta básica y ahora aparece fuera de ella, sin culpa del viceministro.
Es normal además en un país democrático y tan feliz como el nuestro que Hacienda haya incluido en la canasta básica la llamada “copa menstrual” – la discriminación como varón, por aquello de la igualdad real, no mermó mi felicidad- y que el Ministerio de Salud la sacase porque no estaba autorizado su consumo.
De estas cosas de la vida, propias de un país de largos sueños y ensueños, ni el buen organizado gobierno Alvarado–Piza- Liberación Nacional- socialcistianos y Frente Amplio escapa.
Prometió gravar las ganancias de las grandes cooperativas- esto no me gustó mucho, pero no me hizo perder el optimismo de vivir en uno de los países más felices del mundo- a cambio de la aprobación del plan fiscal, pero… bueno, ya no tendrán impuestos.
Broma, pesadilla o acto fallido –no sé cómo lo explicaría Freud, lo cierto del caso es que la cantidad de créditos morosos o en cobro judicial es muy alta y se concentra en solo 30 de las más de 700 cooperativas existentes (La Nación 18/3/2019), que en la práctica, son como bancos, pero no son bancos.
En este contexto freudiano solo México logró despertar de la pesadilla de tres décadas en que los dejó Zedillo, Fox, Salinas de Gortari, Peña Nieto, entre otros,
No me consta, pero dicen que la virgen de Guadalupe no es amiga del saqueo, mentirosos ni de ladrones y por eso se les adelantó a Nuestra Señora de Luján (Argentina), a Nuestra Señora Aparecida (Brasil), Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá (Colombia) . Y también a nuestra Negrita….¡Oremos!
Periodista, abogado y notario graduado por la UCR.