(MIÉRCOLES 17 DE JULIO, 2024- EL JORNAL). Los técnicos nacionales, estén o no agrupados en una organización que los represente, deben romper el silencio y levantar la mano en torno al próximo nombramiento del nuevo entrenador de la Selección Nacional, una vez que lo de Gustavo Alfaro se haga oficial.
Por lo que dicta la historia, porque tienen el conocimiento y porque entienden, mejor que nadie, la idiosincrasia del fútbol costarricense, los técnicos tienen que reclamar una oportunidad.
Es significativo un mensaje que algunos medios publicaron, recientemente en redes sociales: ‘Gustavo Alfaro está en Miami y el resto del cuerpo técnico en Argentina’.
Es patético que con ese panorama, la Federación de Fútbol, encabezada por Osael Maroto y en la que también tiene participación Sergio Hidalgo, que, hasta donde entiendo, son costarricenses, sigan negándole la oportunidad a los nuestros.
Cuatro de las seis clasificaciones (1990, 2002, 2006 y 2018) se consiguieron a los respectivos mundiales con entrenadores ticos y nunca se recibieron siete goles en un partido como sucedió en Qatar 2022 con el colombiano Luis Fernando Suárez.
Mi postura no tiene nada en contra de los entrenadores extranjeros. Bienvenidos todos, pero en asuntos de Selección Nacional ha de primar la opción para los entrenadores costarricenses.
España acaba de ser campeona de Europa con Luis de la Fuente. Argentino hizo lo suyo en Copa América con Lionel Scalonni. Brasil ha sido campeón del mundo en cinco oportunidades con entrenadores nacionales. Y la lista sería larguísima.
¿Entonces, por qué se empeñan en erigir monumentos a los entrenadores que vienen de afuera y ahora, sobre todo, si son argentinos? ¿Será que quien manda en la Federación es Claudio Vivas y el resto están pintados en la pared, como alguna vez dijo Federico Vargas cuando era presidente de esa entidad?
Ahora le toca a los entrenadores nacionales romper el silencio con altura, valentía y convicción. Señores, tienen la palabra para hacerse oír por la Federación de Fútbol.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
