Centro celebró recientemente sus 25 años de servicio
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 10 DE ABRIL, 2017-EL JORNAL). La idea errónea de la sociedad actual de que los ancianos no tienen nada que contar, se verifica cada vez que usted se sienta conversar con uno de ellos.
El periodista José Eduardo Mora lo hizo la tarde de este lunes 10 de abril en el Hogar de Ancianos Juanita Corrales Mora y de inmediato saltaron increíbles historias, como la de Carmen Quesada, quien llegó a construir parte de las primeras edificaciones del hogar, y con el paso del tiempo se convirtió en un miembro de este centro.
O la de Danilo Rivera, un hombre muy querido y conocido en Acosta, porque trabajó durante más de 30 años en la Carnicería don Bosco, cuando esta era propiedad de Ramón “Moncho Calderón”.
En la tertulia también intervino Leonor Zeledón, quien es una de las que más contribuye a que sus compañeros hagan ejercicio, bailen o recen.
“Siempre fui muy activa toda la vida”, expresó doña Leonor, quien goza de una excelente salud y es una de las “alumnas” más destacadas de la fisioterapeuta Sofía Murillo.
La profesión contó que el ejercicio y el activar a los diferentes adultos mayores beneficia la salud física y psicológica de quienes se encuentran en el hogar.
Teresa Prado se mantuvo atenta a la conversación y no se perdió detalle, aunque no intervino en la tertulia. Y una de las que más pimienta le puso al encuentro fue Mercedes Barrientos, quien contó cómo conoció al que luego fue su esposo Rodolfo Mora, en el Instituto Hellen Keller.
“Escuché esa voz y me enamoré de inmediato. Entonces me fui acercando y en un momento dado le di con mi bastón en el talón. Me disculpé con él y ahí empezó un amor que ocho meses después terminó en matrimonio”, explicó Barrientos.
Mora, al igual que ella era ciego, “por lo que en realidad nunca nos vimos, pero a mí me bastaba con esa voz tan encantadora”.