(LUNES 06 DE DICIEMBRE 2022-EL JORNAL). Una imagen de Sergiño Dest en Twitter es más que elocuente: tiene su cabeza baja, sus manos en la cara y un título que dice: “Devastado”. Estados Unidos cayó 3 a 1 en octavos de final ante Países Bajos y el jugador del A.C. Milan reconoce que hicieron hasta lo imposible por pasar frente a los nerlandeses.
Una actitud que revela la impotencia y la aceptación de la derrota. Muy distinta a la que percibo en un sector de jugadores, cuerpo técnico y dirigencia federativa, con Rodolfo Villalobos a la cabeza, en la que predominan la soberbia y la arrogancia.
Costa Rica, pese al ridículo ante España, y al haberse quedado en la primera fase de la forma que ya conocemos, no acepta la derrota y mucho menos reconoce que su participación fue un fracaso en toda regla.
Ni por error, de parte de los jugadores, cuerpo técnico y Federación escuché una disculpa del alma para la afición, que siempre fiel ha respaldado a la Tricolor. De esa manera, irrespetan a esa jugador número doce, que solo convocan cuando les conviene.
En vez de un mea culpa para corregir en el futuro inmediato, Villalobos cuestiona a quienes no son su comparsa y ese espíritu se traslada a los jugadores, y tampoco se detiene en el cuerpo técnico, liderado por un Luis Fernando Suárez, que si fuera un técnico costarricense le habrían avisado en el mismo Catar que estaba despedido, como pasó con Rónald González en la Final Four y tras un amistoso con Estados Unidos.
Desatre ante España. Raquítico juego frente a Japón, que se maquilló con la victoria en el único remate a marco que hizo el seleccionado en el partido. Juego de 20 minutos contra Alemania, que luego pasó como una aplanadora: nuestra Selección no compite en el más alto nivel, está uno o dos peldaños más abajo, pero ahora nos hablan de orgullo, de dignidad, de tranquilidad y de satisfacción.
Así no se va a ningún lado. Suárez no puede seguir siendo el técnico de la Selección Nacional después de lo ocurrido en Catar. Villalobos, por ser el gran responsable de la debacle, tampoco. Ambos deben irse. Con ellos seguiremos tropezando con la misma piedra.
Y los jugadores también tiene que ser más críticos consigo mismos: no todo es color de rosa como quieren hacerlo ver.
Mientras Estados Unidos llora su cara derrota ante Países Bajos, después de un buen Mundial Qatar 2022, y el mayor ejemplo es Sergiño Dest devastado, veo en Ca Joell Campbell asegurando que hicieron un buen Mundial y respondiendo desafiante las preguntas de la prensa.
La Selección no le pertenene ni a Rodolfo Villalobos, ni a Luis Fernando Suárez ni a los jugadores: es un patrimonio nacional y por ende esa mediocre actitud de negarlo todo, esa arrogancia, y esa soberbia de los aquí citados, lo que prepara es el terreno para el próximo fracaso.
