PALESTRA
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 24 DE ENERO, 2016-EL JORNAL). Estuvo junto a Haití entre las naciones más pobres del mundo como herencia del saqueo europeo 500 años atrás. Hoy con sus 10 millones de habitantes y más de un millón de kilómetros cuadrados, Bolivia no es solo la nación con más crecimiento económico en América Latina, sino el país que logró revertir las tesis neoliberales, en forma práctica y sencilla.
Les juro que no pensaba ocuparme de los 10 años del gobierno de Evo Morales, pero una entrevista tristísima de la DW alemana el 21 de enero de 2016 me movió las neuronas primero, porque al debate llegaron colegas informados sobre el tema, y en segundo lugar, porque la conductora del programa se encargó de arruinar el aporte de los periodistas, comparando todo con Venezuela y, tratando de imponer la visión europea sobre lo que sucede en Bolivia.
El 22 de enero hubo diez años de la elección de Evo Morales como Presidente de Bolivia y de su Revolución Democrática y Cultural, cumpliéndose aquella sentencia del líder rebelde Tupak Katari- descuartizado por los españoles el 15 de noviembre de 1781-, cuando en medio del martirio les gritó a sus verdugos: “Yo moriré pero volveré y seré millones”.
Pasaron 226 años desde ese crimen de lesa humanidad de los españoles para que un indígena Aymara arrebatara las riendas del poder ejercido por quienes despojaron de sus tierras a los aborígenes, los excluyeron y, la oligarquía criolla legitimadora, de esta manera, fuere continuadora del viejo colonialismo y servil instrumento del imperialismo contemporáneo.
¿Y este Aymara, unas veces despreciado por su origen, otras marginado por considerarlo torpe, ¿cómo hizo para revertir en Bolivia el “salvaje” neoliberalismo que azota a casi toda América Latina?. Enseñó a las distintas poblaciones que el gobernante qué quiere quedar bien con las minorías está condenado al fracaso. Diez años no es nada en la historia de cinco siglos de inmundicia económica y social, pero una década fue suficiente en Bolivia para emancipar a los bolivianos del sojuzgamiento en que estaban con diversos cuentos, ilusiones y vacías promesas políticas- electoralistas.
Hubo reforma agraria para quien trabajase la tierra, asistencia tecnológica, semillas, mercado con precios justos, hubo nacionalización de los hidrocarburos, la minería, la telefonía y la electricidad, la recuperación del agua y las telecomunicaciones, lo cual han permitido a los bolivianos rescatar sus riquezas naturales y sus beneficios ponerlos al servicio de una economía nacional que ha crecido a un ritmo sostenido, por encima del promedio regional. Un país que siempre estuvo a la zaga entre los más atrasados del planeta, ha sido protagonista de un “milagro económico” sin neoliberalismo del que poco se habla; pero el Banco Mundial, en 2010, a la mitad del período revolucionario, tuvo que reclasificar a Bolivia, elevándola a la categoría de país de ingreso medio, nos recordó recientemente el investigador y periodista Ricardo Alarcón de Quesada, del periódico Liberación, bajo el título “Evo, la profecía realizada”.
Este crecimiento admirable no ha sido para beneficio exclusivo de unos pocos, gracias a una conducción verdaderamente democrática y socialista ha permitido a millones de bolivianos salir de la pobreza extrema y la indigencia. A su nueva vida contribuye igualmente la extensión para todos de servicios sociales antes reservados a las minorías, como la atención médica. La Operación Milagro, para mencionar un ejemplo, ha librado de la ceguera a 665 928 personas.
Una vigorosa campaña, que además del español incluyó el quechua y el aymara, principales lenguas autóctonas, permitió alfabetizar a 819 417 personas y declarar a Bolivia libre de analfabetismo el 20 de diciembre de 2008; prometiendo que nunca más volverá el “analfabetismo por desuso”, que se produce cuando nos enseñan a leer para ser sumisos y no a leer para ser libres.
Los beneficiados continúan ahora sus estudios bajo el programa “Yo sí puedo seguir”. Y los neoliberales se han quedado sin discurso y sin sus mentiras. Tupak Katari, ¿ por qué solo inspiras a un gobernante?
*Periodista, abogado y notario UCR