(JUEVES 04 DE ENERO-2024-EL JORNAL). El gerente deportivo de Saprissa, Sergio Gila, como quien no quiere la cosa, al tiempo que suelta el dardo, ha dicho que el torneo que verdaderamente cuenta e interesa está por venir, como es la antigua Concachampions, con lo cual el equipo morado vuelve a minimizar la Copa Centroamericana obtenida por Alajuelense.
Ya antes había sido el entrenador Vladimir Quesada el que había asegurado que Saprissa se había preparado para la Concachampios, quitándole mérito al obtener el cetro logrado por los rojinegros.
Muchos dirán que son matices, que no debería haber tanta sensibilidad, pero lo cierto del caso es que el mundo se sostiene por los pequeños equilibrios, esos que son casi invisibles, pero que aportan la magia para los grandes avances de la humanidad.
Así que no vale refugiarse en que apenas lo dije al pasar, como hicieron Gila y Quesada, quienes representan a un Saprissa que sigue sin aceptar que el Real Estelí los dejó en el camino y en su propia casa.
El sentir de Saprissa, de que la Copa Centroamericana es un torneo, digamos menor, lo comparte buena parte de la afición nacional, incluido un sector manudo, que todavía no ha sido capaz de darle dimensión a un título que con el paso de los años se volverá cada vez más importante.
Cuando se dan este tipo de situaciones, que se minimizan los logros, es cuando debería aparecer la dirigencia liguista para defender sus conquistas y no anclarse en legalismos, muy al estilo de los años noventa.
En fin, que independientemente de que la Copa Centroamericana la haya ganado Alajuelense, es un torneo que se ha sabido reiventar, aunque en las tiendas moradas todavía sangran por esa herida que les dejó el Real Estelí y sostengan, como acaba de hacerlo Gila, de que lo importante es la Concachampions.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL