(JUEVES 16 DE DICEIMBRE, 2021-EL JORNAL). En instancias como la que empieza hoy de la Gran Final, la jerarquía pesada demasiado. En la balanza histórica Saprissa saca ventaja, y en la actual también.
En el ambiente se percibe que el que golpea primero va varis pasos adelante. Por eso, tras superar la primera semifinal frente a los florenses, es natural que hoy los morados lleguen reforzados desde el punto de vista anímico y como favoritos.
Y eso lo respira en el mercado, en el parque, en el estadio y en la oficina el aficionado, que sabe que su equipo, una vez envalentonado difícilmente cederá un ápice en la consigna de alcanzar el título 37.
Aquí es donde empieza el juego de estrategias: Jeaustin Campos aceptaba el otro día que tuvieron cuatro juegos para estudiar a este equipo dirigido por Iñaki Alonso, quien recoge frutos de lo dejado por Mauricio Wright.
Los primeos compaces serán muy importantes para medir cómo llegan, no futbolísticamente, sino anímicamente ambas escuadras.
Cuando un Saprissa olfatea sangre en el camino, se convierte en un deprador inmisericordes con su presa.
Y aunque suene extraño, porque Iñaki Alonso viene aterrizando de España, hoy podría ser un lindo duelo de banquillos, en vista en que en la primera serie fueron tantos y tales los errores del herediano, que este pulso no se dio.
Mientras todo ello sucede, en la Liga tendrán que observar cómo su archirrival, con menos recursos, con menos infraestructura, con menos planificación, pero con más casta para estas instancias finales, se juega un cetro más.
En fin, que Saprissa llega como favorito por el levantón anímico tras dejar en la cuenta a Alaljuelense, pero lo maravilloso en el fútbol es que una vez que ruede la pelota, todas las predicciones, las cábalas, los augurios, las certezas, desaparecen como por arte de magia.
No me cansaré de decirlo nunca: por eso el fútbol es el deporte que más se parece a la vida. Cuando todo apunta al éxito innegable, aparece una nube en el horizonte para anunciar una tormenta.
Y hoy, por ende, tendremos un duelo en el que cada milímetro de la cancha será peleado como en aquellas viejas batallas griegas, en las que cada detalle cuenta para hacer la diferencia.
Saprissa-Herediano: un duelo de altos quilates, que más que estético será una lucha mental y física, y en el que tenga los nervios de acero se encaminará al nuevo título.