(VIERNES 17 DE DICEIMBRE, 2021-EL JORNAL). La Gran Final, tras el primer round, ha generado un fuego cruzado entre Iñaki Alonso y Jeaustin Campos, que extiende el mano a mano más allá de la cancha, pero tanto el técnico como los jugadores de Saprissa equivocan el discurso, al reclamar por el estilo de juego del Herediano.
En la frustración de no haber sabido descifrar el cerco defensivo que le planteó el equipo rojiamarillo, Alonso habló de que había sido “una máster class de cómo no jugar al fútbol”. Horror y error del técnico español al hacer semejante afirmación.
Mientras tanto, Campos, con su malicia indígena, vaya uno a saber si hay por ahí alguna influencia del Mincho Mayorga, sostuvo que en el “fútbol todo se vale”.
La frase, requiere, sin embargo, una breve explicación: todo es válido en el sentido de que se puede perder tiempo (aunque este recurso no es elegante ni útil al fútbol), se puede marcar hombre a hombre, como en los viejos tiempos, se puede jugar con una defensa más que reforzada, se puede provocar al adversario, sin sobrepasar la delgada línea roja que establece el decoro, en fin, que el fútbol es picardía y lectura inmediata de los acontecimientos que se van sucediendo.
En esa medida, claro está, sí es cierto que en el fútbol todo es válido. Incluso, es válido aceptar que su oponente fue mejor, como debió aceptar Alonso en relación con el planteamiento utilizado por un Herediano que llegó con el espíritu de que todo quedara abierto para el segundo partido.
En ese sentido, el 1 a 0 es más un golpe moral que matemático: un gol es un instante, una distracción, un segundo, por lo que la Gran Final está más que abierta. Lo que sí es cierto es que en el ámbito psicológico la serie está igualada.
Y ese no es un dato menor para un equipo florense que en las semifinales entregó demasiado fácil la serie con aquel 3 a 0 de pesadilla.
El fuego cruzado de Jeaustin e Iñaki le da un cariz especial a la final: demuestra, una vez más, que el fútbol es más que los noventa y tantos minutos de un partido. El fútbol es una partida de ajedrez infinita y en la que cada movimiento cuenta.
Por ahora, aunque Herediano golpeó primero, hay ‘tablas’ en la partida. Veremos cuál de los dos técnicos se queda con el mérito de dictar la próxima máster class de la Gran Final: porque se puede ser mísero en la victoria y grandioso en la derrota: como en la vida.