(VIERNES 29 DE OCTUBRE, 2022-EL JORNAL). Saprissa duplica en afición convocada en el Apertura a la Liga y ha recaudado ¢343 millones en este torneo, con lo cual queda más que claro que el gran negocio del fútbol sigue siendo ganar, incluso por encima de lo que dicen las agencias de marketing y los que endiosan a las redes sociales.
El marketing y las redes sociales son muy importantes, pero si no hay un producto de calidad que mercadear, todo queda en cenizas.
El mejor ejemplo es Saprissa, que tiene una afición ganadora, y que cuando las cosas le van mal su forma de protestar es con ausencias, porque cuando se triunfa sobran padrinos, claro está.
El mejoramiento paulatino que ha tenido el Saprissa de Jeaustin Campos, con las incorporaciones de Javon East y Luis Paradela se ve reflejo en las arcas moradas y en la cancha.
La ecuación es muy sencilla: inversión inteligente en entrenadores y futbolistas para que esto se replique en la gramilla, donde se dirimen los juicios más importantes de la temporada.
No es el caso de Alajuelense, que con una gran capacidad económica para invertir, lo ha hecho mal: no ha dado con la tecla adecuada con el modelo español porque el que ha apostado y en nueve años solo ha obtenido un título.
Lo más trascendente en este negocio es saber ver: jugadores, entrenadores, que puedan adaptarse al estilo y a la propuesta de la institución. Con el arribo de Jeaustin Campos, Saprissa recobró ese gen ganador y hoy está en la gran final. Esta recaudación está pendiente de sumarse en el balance general.
Todo ello ratifica que el mejor negocio en el fútbol es ganar, ya ni siquiera jugar bien, aunque está la paradoja de que difícilmente se gana si no se juega bien, pero ese es otro debate, el de los estilos; sin embargo, en una competencia capitalista, lo que pesa es cómo está la caja chica, luego ya vendrán los romanticismos.