(SAN JOSÉ, COSTA RICA, JUEVES 27 DE AGOSTO, 2020-EL JORNAL). Para jugar al fútbol el primer requisito es ser inteligente, incluso es más importante que la ltécnica, sin desmerecer a esta en un ápice.
José Luis Cordero, jugador de Guadalupe, es un futbolista inteligente y no solo lo muestra en la cancha, sino también fuera de ella.
Tras el triunfo ante Alajuelense, afirmó que la Liga les había facilitado las cosas, porque es un equipo con movimientos que se pueden anticipar con facilidad: “La Liga es muy predecible en su accionar”.
La frase no era gratuita y buscaba agrandar la victoria de su club y generar esa amargura en el adversario, porque si los triunfos se le ponen adjetivos saben mejor.
Tanto dolieron la derrota como las palabras del volante, que sabe de lo que habla, porque ya se ha puesto la camiseta del propio Alajuelense, Saprissa y Herediano, que Junior Díaz y Álex López salieron a la prensa a responderle.
El centrocampista hondureño se aferra a las estadísticas para desmerecer las palabras de Cordero y Díaz apela a que todo es relativo.
Lo cierto del caso es que al fútbol le vienen bien siempre esa chispa demás mostrada por Cordero, quien no tuvo el más mínimo temor de expresar lo que pensaba y de provocar una reflexión dentro y fuega del orbe manudo.
Más que hacer leña del árbol caído, lo que hizo Cordero fue echar sal en la herida, en una Liga que ha empezado con dudas en todos los ámbitos, empezando por la dirigencia que se pregunta si debe o no cambiar al técnico Andrés Carevic.
Así, tenga o no razón el Chama, no se llega a ningún lado. Se nota que a los rojinegros les sigue pensando esa carrera por llegar a la treinta. A lo mejor la estrategia del conejo elegida no es la correcta y tengan que invocar el espíritu de la tortuga. Ya lo dijo Junior Díaz: todo es relativo, pero si una estrategia no funciona hay que cambiar las marchas.
Por ahora, a los manudos no les queda otro remedio que desmentir las palabras de Cordero en el único escenario en que deben hacerlo: en la cancha.
Sal en la herida. Además de pases magistrales, el Chama Cordero sabe condimentar el fútbol cuando el reloj se detiene.
*El autor es periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez
