(MIÉRCOLES 04 DE SEPTIEMBRE, 2024-EL JORNAL). A un día para que juegue la Selección Nacional ante Guadalupe, el camino para que Claudio Vivas sea el técnico de Costa Rica se abre de par en par, a pesar de que sus méritos para llegar al puesto sean, quizá, estar en el lugar y en el momento adecuados.
En una primera ronda de elección, no creo que los federativos lo hubieran escogido. Ni en una segunda.Ni en una tercera… Claro, desde su puesto de director de Selecciones Nacionales es fácil hacer lobby, sin decir, si quiera una palabra directa y, de pronto, hágase la luz, Vivas se perfila para ser el técnico estelar en la Tricolor.
Mientras tanto, la Federación, como para evitar críticas, incluye a Paulo César Wanchope como asistente, pero creo que Wanchope debió ser el técnico y no ir a un puesto por el que ya pasó, con lo cual ya pagó su derecho de piso.
Son las formas distantes con que se ve a nuestro técnico en la actual gestión de Osael Maroto y compañía. En Honduras, Jeaustin Campos triunfa, lo que agrega a su currículum su valía como entrenador, pero ni se considera porque lo ven como si estuviera en el destierro.
Desde que luego a Alexandre Guimaraes no lo pueden considerar porque ha sido exitoso, incluso con la Selección Nacional, y ese es un pecado mayor, claro, porque es tico y no habla en lenguas.
Y lo mismo sucede con Hernán Medford, al que no le van a entregar las llaves de la Selección de ninguna forma, al menos por ahora.
De modo tal, que si por alguna razón a Costa Rica no le va bien contra Guadalupe mañana, y Guatemala el próximo martes, por la Nations League, tendrán que cambiar de planes y salir a buscar un entrenador, cuyo principal requisito será que NO sea costarricense.
Es una manera, inversa, de valorar el aporte histórico de los técnicos ticos a la Tricolor. No están en la quiñela federativa.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
