(VIERNES 16 DE FEBRERO-2024-EL JORNAL). Para entender la remonta del Herediano ante el Toluca, cuando estaba tres goles abajo y con todo en contra, hay que recurrir a la biblia del fútbol, la cual le corresponde a Dante Panzeri, el mítico periodista argentino.
En Fútbol, dinámica de lo impensado, Panzeri explica que por mucho que un entrenador intente controlar los elementos que se darán en un partido, y por lo cual debe apostar, al fin y al cabo cuando la pelota corre en la grama, empieza un mundo particular con sus propias reglas.
Y ayer Herediano logró una remontada cuando ni siquiera sus propia afición la consideraba posible, porque seamos honestos, después del primer partido y del primer tiempo de ayer, en el que caía 2 a 0, nadie daba un centavo por los florenses, de modo que hay que explicar lo sucedido.
Y sin restarle un ápice de mérito al equipo nacional, la mayor explicación la dio Renato Paiva en la conferencia de prensa, al aceptar que empezó a manejar el partido pensando en los dos siguientes juegos que Toluca tiene en la liga mexicana.
Es decir, Paiva, con sus muchas horas fútbol, dio por descontado, como el resto de la audiencia, que la serie estaba resuelta: al descanso estaba 4-1, y por eso sacó a sus tres de sus mejores futbolistas: Alexis Vega, Claudio Vaeza y Roberto Morales.
Si un técnico da por descontado, cuando falta un tiempo, que el encuentro está resuelto se pone una soga en su propio pescuezo y fue lo que hizo el entrenador Renato Paiva.
Y luego vino la magia de lo impensado con el gol de Andy Rojas, el tanto de Francisco Rodríguez y el cabezazo de Joshua Canales.
Toluca menospreció a su rival y le salió carísimo. La remontada le da alas al Herediano en la Copa de Campeones de Concacaf. Ojalá la sepan gestionar sin grandilocuencias ni revanchas, porque más que en la derrota, es en la victoria en que se reconoce a los vencedores, sobre todo en el fútbol, que es el arte de lo impensado, como escribiría el admirado Panzeri.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL