(MARTES 27 DE ABRIL, 2021-EL JORNAL). La sola invocación de la palabra paciencia hace que se despierten las alamas, porque ella va contra lo que dicta la actualidad de correr y resolver sin mucho pensar.
El fútbol, no obstante, conserva ese halo de sabiduría que lo ha distinguido a lo largo de su historia y las improvisaciones, tanto ayer como hoy se pagan caras.
No basta una chequera para hacer un equipo. Se requiere una idea clara, los jugadores aptos y una visión a prueba de resultados, hasta que se haga la luz.
Sin llegar a alcanzar cuotas excelsas en todos esos campos, un buen ejemplo de que la paciencia funciona si detrás hay un trabajo serio y consistente, es el cierre de temporada que está realizando Pérez Zeledón.
Los guerreros del sur pasaron de ser candidatos al descenso a ubicarse momentáneamente, y a falta de dos fechas, en la cuarta posición.
No es gratuito lo que les está ocurriendo: Paulo César Wanchope tiene una idea de cómo debe jugar con esos futbolistas y en la cancha en los últimos encuentros, aunque ya antes daba algunas muestras, se ha plasmado esa forma de manejar el equipo.
El buen cierre de los generaleños nos recuerda que en el fútbol es clave el trabajo reiterado. Practicar una jugada 1000 veces. O 1200 veces si es necesario. Para ello, sin embargo, se requiere paciencia del jugador, del dirigente y del propio entrenador.
La magia surge luego de las repeticiones, cuando salen a aflorar los automatismos y se da una compenetración de equipo.
La clave está en anchura de miras. Visión a mediano plazo, al menos, y mucha, mucha paciencia para entender que para traducir la teoría a la práctica es necesaria mucha tezón, una convicción absoluta de que pese a las adversidades se va a triunfar, y la tranquilidad suficiente para volver a intentar la media vuelta que tantas veces salió mal, hasta que salga como la de Luis Stewart Pérez para conseguir un triunfo como el alcanzado por Pérez Zeledón ante San Carlos. Es fútbol. Es trabajo. Y la magia surge del trabajo y la paciencia.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
