EL PLACER DEL TEXTO
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 26 DE FEBRERO, 2016-EL JORNAL). Suena a chiste barato del mediodía.
Resulta, sin embargo, que no es broma: se están comercializando “pastillas para la inteligencia” y, lo peor de todo, la gente corre a comprarlas con la esperanza postrera de ganar ventaja en entrevistas, proyectos, trabajos, el amor, etc.
En inglés tiene el pomposo nombre de “BrainPlus” y fue utilizada como herramienta de inspiración en la película Sin Límites.
El ya famoso medicamento se podría evitar si logramos, simplemente, apagar la televisión, Internet y los teléfonos celulares, y, entonces, como por arte de magia sobrevendrá la concentración, la claridad mental y la precisión, tres grandes ventajas de la pastilla de la inteligencia.
Lo extraño del caso es que pocos hayan advertido que las cualidades que potencia la conocida “viagra del cerebro”, ya las conseguían los griegos con sus caminatas peripatéticas (impulsadas por la filosofía de Aristóteles y que consistían en aprender mientras caminaban).
La cultura, en definitiva, la cultura profunda, aquella que nos viene del mundo grecolatino y que tuvo, por ejemplo, un punto culminante en el Renacimiento, es una mejor píldora para la inteligencia, y sin efectos secundarios, que “BrainPlus”, que parece un chiste fácil, pero ahora convertido en un negocio de miles de millones de dólares.
La estupidez humana, ya saben, no tiene límites.
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