(VIERNES 18 DE NOVIEMBRE 2022-EL JORNAL). El paso en falso de la Federación de Fútbol con el fogueo ante Irak, traerá indudablemente consecuencias.
La comedia vivida en la frontera iraquí, corresponde más a un equipo de barrio que a una Selección mundialista.
. Exponer a los jugadores a dicha situación deja muy mal parada a la dirigencia que se encargó de gestionar el partido y las circunstancias en que debía realizarse.
Una situación así no le ocurrió ni siquiera a la Selección que nos representó en Italia 90, pese a que entonces se iba a un Mundial como si se fuese a descubrir un nuevo mundo.
Ante la no aceptación de las condiciones en que Costa Rica debía ingresar a Irak, el seleccionado se quedó sin su último fogueo, una pena, porque era la oportunidad de ver quiénes en segunda línea podían sustituir a los suplentes en la fase de grupos que le espera a la Tricolor.
Jugadores como Álvaro Zamora, Brando Aguilera, Youstin Salas, Douglas López, Johan Venegas y Rónald Matarrita tenían la oportunidad de mostrarse por última vez ante el técnico Luis Fernando Suárez y luego esperar una ocasión para formar parte del primer equipo por la vía de los cambios.
Nada de eso fue posible. Y lo peor es que no sabemos, realmente, qué pasó, porque las autoridades iraquíes han dado a conocer su versión y le lanzan la pelota a los ferederativos costarricenses, quienes, por cierto, no dicen cuál fue la empresa encargada de intermediar para la consecuión del partido.
A escasos días del debut ante España en el Mundial de Qatar 2022, Costa Rica vivió un lío absolutamente innecesario y que deja mal parado al país en el concierto de las naciones, y ello traerá consecuencias.
