(VIERNES 20 DE OCTUBRE-EL JORNAL). En la serie contra Panamá, por un cupo para la cuadrangular final de la Liga de Naciones y otro por la Copa América, los canaleros parten con ventaja, porque tienen a un técnico al frente de su selección desde hace tres años, mientras que Costa Rica todavía se mueve en un mar de dudas.
Y eso que los deportes favoritos en Panamá son el boxeo y el beisbol, mientras que en nuestro país se respira fútbol en cada esquina.
No hay que confundirse con la idea de que es temor a la selección panameña, pero al día de hoy — y el fútbol es presente– los dirigidos por Thomas Christiansen son un verdadero equipo, juegan con los imprescindibles automatismos que se requieren en el fútbol profesional y dejan poco, muy poco, a la improvisación.
En cambio, Costa Rica improvisa todo: a su técnico, a los convocados, al sistema a desarrollar, a la falta de continuidad, a la claridad de objetivos. En fin, que si le diéramos este panorama al venerado Sherlock Holmes, simplemente diría: Watson, está más que claro cuál será el equipo perdedor.
Y no es, como algunos estarán pensando en este preciso momento, una postura negativa respecto a la serie, sino más bien, real, porque tienen licencia para improvisar los genios, y hasta donde sé, Costa Rica no tiene uno solo en su Selección.
El enfrentamiento contra los vecinos del sur es más importante de lo que parece, puesto que la Tricolor se puede quedar fuera de la Liga de Naciones y de la Copa América, dos torneos a los que se debería de asistir para ganar rodaje internacional.
Lamentablemente, el nuevo Comité Ejecutivo, encabezado por Osael Maroto, no entró a la Federación Costarricense de Fútbol con la claridad que demandaban las circunstancias, y ha errado en la escogencia del nuevo entrenador.
Era preciso tomar decisiones rápido y oportunas, combinación nada fácil, pero cuando uno se hace elegir para un puesto, tiene que estar preparado para lo mejor o lo peor, ya no vale aquello de que la casa recibida estaba en un completo desorden.
Mientras Costa Rica aclara los nublados del día, Panamá parte con una sólida ventaja, dado que un equipo de fútbol, por más que alguno lo pregonen y lo crean, no se improvisa.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
