PALESTRA
(SAN JOSÉ, 18 de enero, 2012). Dos horas después de que la Comisión de Notables divulgó sus aportes “políticos – jurídicos” sobre cómo redistribuir el poder en nuestro país solo escuché alabanzas.
El informe de la Comisión de Notables es sin duda alguna bastante completo en cuanto a la “funcionalidad” y “control del poder” por una selecta clase política, que pide a gritos auxilio. frente a las contradicciones de un mundo complejo y globalizado.
Francisco Antonio Pacheco, mi muy estimado exprofesor de “Teoría del Estado” en la Facultad de Derecho y ahora ex integrante de la Comisión habló muy claro a su gente, cuando dijo que el informe no era para miedosos.
Nuestros Notables incorporan la institución de la “censura” contra los ministros – ella nos viene de Europa- y de inmediato proponen que si ello ocurriese el Presidente de la República solicitaría al Tribunal Supremo de Elecciones convoque a elecciones parlamentarias anticipadas. ¿Cuál diputado propondrá la censura si perderá su hueso?
El problema de fondo, según mi modesto entender, no es la censura a los ministros o si elegimos 57 o 87 diputados. Es que una vez que el pueblo entrega a uno de ellos su representación, tiene que aguantárselo cuatro años. ¡Y los Notables olvidaron la voz del pueblo!
Asimismo, todo el mundo está de acuerdo en quitar controles casi absolutos a los magistrados, especialmente al presidente de turno de la Corte, pero los notables dan como bueno que sean los diputados quienes elijan a los magistrados, sin recomendar otro sistema que incluya participación del ciudadano.
¿Quién no está de acuerdo con la simplificación de los trámites administrativos ( pág 35)? Sin embargo, esperaba que dijeran cómo el Estado ágilmente recuperaría potestades que le han robado. ¿Y la participación concreta del soberano (el ciudadano) en la nueva gobernabilidad? Notable aportes, aunque a mí me aportan poco.
Periodista, abogado y notario UCR