(MARTES 10 DE NOVIEMBRE, 2020-EL JORNAL). En el fútbol hubo un lema que todavía hoy se escucha al pasar: “Cualquiera llega a Primera División, pero mantenerse en ella es lo difícil”. Esa frase, traducida al lenguaje que empleaba mi sabia abuela, quedaba así: “¡Cómo cuesta ser regular!”.
Lo maravilloso de llegar lejos y subir hasta la cima del éxito es que cuando se está ahí arriba, donde en teoría se observa el horizonte mejor que desde ningún otro sitio, la sensación que surge es que la “cima es la nada”, concluían Ángel Cappa y Jorge Valdano.
Derribar todos los obstáculos y plantarse en el lugar merecido no es una tarea fácil. Es lo que le ha sucedido a San Carlos, que en el primer año del nuevo proyecto resultó campeón.
Muchos pensamos que podía inaugurarse un período feliz y lleno de títulos para los norteños que lo tienen todo: estadio reconstruido, respaldo económico y un pueblo que los apoya y los sigue a todas partes.
El pronóstico se convirtió en papel mojado y los Toros del Norte han tenido que bregar en el barro, asimilar de nuevo el sabor amargo de la derrota y entender que un buen presupuesto no garantiza un buen equipo.
El fútbol es un deporte de conjunto, se sabe desde hace más de un siglo, por lo tanto las individualidades tienen que hablar un lenguaje común y eso lleva tiempo.
Con la presencia de Julio Cruz, Javon East y Jorman Aguilar se daba por sentado de que San Carlos tenía la mejor delantera del país.
Eso que en la teoría brillaba fue oscuridad en la cancha, a tal punto de que el mexicano y el jamaiquino hoy están fuera del equipo.
Si hay empresa difíciles de dirigir son los equipos. El entrenador moderno no solo tiene que lidiar con lo estrictamente técnico-táctico, sino que también con lo concerniente a cómo gestionar los egos.
Y los equipos no se arman de la noche a la mañana. El fútbol, como casi todo en la vida, es el arte de la repetición, de forma que en un momento dado el cerebro ejecute esa acción de manera automática.
Los gurús del desarrollo personal hablaban de 10.000 horas para convertirse en un experto. Pueden ser más, pueden ser menos, lo cierto es que para que un club funcione se requiere mucho trabajo y mucha sinergia entre sus integrantes.
San Carlos, estoy seguro de ello, lo conseguirá y se convertirá en un equipo referencia del fútbol nacional si persevera, si ajusta sus procederes y si tiene claro que hay que trabajar de manera brutal para experimentar esos segundos huidizos en lo más alto del horizonte, donde la brisa tiene un frescor irrepetible y donde todos los esfuerzos se traducen en luz.
*Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
