(MARTES 07 DE JUNIO -2022- EL JORNAL). Mientras Costa Rica cuenta las horas para el partido del 14 de junio ante Nueva Zelanda, en Catar, en el país los fantasmas no dejan de aparecer ya sea en el arbitraje, en las supuestas multipropiedades o en clubes que se quejan porque tienen dudas de ciertos partidos del recién concluido torneo de Clausura.
A ello se suman ciertas voces que indican que la FIFA, la mismísima FIFA, podría estar siguiéndole la pista a ciertos aspectos del fútbol tico, lo que en un corto y mediano plazo podría ponerlo contra las cuerdas.
Así que la fiesta, el clamor y la esperanza con que la afición despidió al seleccionado ayer cuando partió rumbo a Doha, contrasta con la realidad de un fútbol al que muchos le reclaman su falta de transparencia.
Aquel viejo decir de Javier Rojas González de que la Federación era la casa de los sustos todavía no anda tan lejos de la realidad y en medio del repechaje podrían aparecer varios fantoches que pongan la nota discordante.
Ese es nuestro fútbol, contradictorio por excelencia y donde el carnaval se cuela en cualquier momento, incluso en estos tan solemnes, en que hay un repechaje de por medio, del cual depende en buena medida la tranquilidad económica de muchos clubes y de la Fedefutbol por supuesto.
Lo cierto es que no todo es color de rosa como parece en medio de la euforia y el fuego que hay alrededor del repechaje, cuyo único camino es la victoria, porque una derrota haría que cargar durante 24 horas en avión un cadáver de esa magnitud se vuelva una verdadera odisea.
Esa es una ecuación que nadie contempla entre la dirigencia costarricense, que ayer en el aeropuerto, porque le convenía, se vio mancita y cortés, pero cuando se aprietan los dientes por algún tema, suelen responder con escuetos comunicados de prensa.
En fin, entre fantasma y fantasma se espera el repechaje, del que estamos tan seguros que no he visto ni un solo guiño a la Virgen de los Ángeles como es ya tradición en el seleccionado, que, por si las moscas, suele encomendarse a la Negrita antes de tan decisivos y trascendentales encuentros.
¡Que no nos traicione un fantasma de última hora!
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FxD y en EL JORNAL
